El martes por la noche tuvo lugar la entrega de los premios a la ganadora de los dos certámenes para bautizar a los vientos que soplan en nuestra región.
Trinidad Morales de Galera, una docente jubilada de Villa Nueva, recibió sendos galardones por haber propuesto los nombres elegidos por ambos grupos de jurados. Los certámenes fueron promovidos por la SADE, la Junta Municipal de Historia y el Instituto de Extensión de la UNVM, en cuya sede se concretó el acto final de los certámenes. “Yuca” es el nuevo nombre del viento norte y “Seychu”, el del viento sur. Ambos vocablos pertenecen a la lengua del pueblo originario asentado en nuestra zona. Como asociándose al acto, el martes, al igual que ayer, el “Yuca” sopló fuerte en la ciudad, haciendo notar su inocultable existencia. Según explicó Eduardo Belloccio, titular de la SADE local, “se trata de volver a las fuentes, como se hizo con nuestro río”. El escritor abogó para que “estos nombres sean tomados por el pueblo, y así luego, por el uso, pasen a ser denominaciones oficiales”. Belloccio destacó que pese a que cada viento se juró de manera independiente, resultó la misma ganadora en los dos: “No fue por casualidad, sino por talento”, opinó. En tanto, el director de Extensión, Omar Barberis, valoró la iniciativa de nombrar a los vientos, a la vez que reclamó obras para “atemperar” el vigor de los mismos, tras señalar la “falta de conciencia” de la sociedad sobre la problemática del clima. Al hablar la ganadora, afirmó que “el río no nos separa con Villa María, sino que nos da belleza”. “He sido maestra rural, así que de viento sé bastante”, dijo sonriendo “Trini” Morales, quien se jubiló como directora, tras ejercer en la escuela Mitre de su ciudad, y en la Remedios de Escalada de Tío Pujio, entre otras. En el acto, hablaron también la docente y amiga Mary Amaya y Eduardo Cichy, quien expuso el poema “Contrincantes irracionales”, primero en forma de recitado y luego a modo de lectura, tras jugarle la memoria una mala pasada. En tanto, el titular electo de la junta histórica Rubén Rüedi señaló que “el río y los vientos son dos rasgos distintivos” y destacó que “ya en el plano fundacional se tuvo en cuenta a los vientos, al dar dirección a las calles, para evitar que hicieran imposible el tránsito de personas y vehículos. “Por tal motivo agregó- sólo la calle Garibaldi corre exactamente de sur a norte”.