Al unísono con los gobiernos y pueblos americanos al sur del Río Bravo, repudiamos el acuerdo celebrado entre el Gobierno neoliberal y derechista de Colombia con su símil de los EE.UU., facilitando la ocupación de siete bases militares, con personal y material bélico de última generación destructiva.
Compartimos la preocupación expresada por los presidentes de Venezuela y Ecuador acerca del peligro que entraña la presencia de las fuerzas armadas mejor equipadas y más belicosas del mundo, no sólo para sus países fronterizos con Colombia sino para todo el proceso democrático y progresista que se viene registrando en América Latina, incluyendo obviamente a nuestra República Argentina.
La historia nos enseña que nada bueno para nuestras naciones puede provenir del imperio norteamericano, enemigo público número uno de la libertad y la independencia de los pueblos.
Mucho más en esta etapa donde a las infames invasiones a Iraq y Afganistán, le sumó la puesta en movimiento de la 4ª Flota Marina, equipada con lo más avanzado de la tecnología moderna, para actuar como gendarme de sus intereses en el sudcontinente, que no son otros que los de las empresas explotadoras de nuestras riquezas naturales y de aquellas que se preparan para vaciar nuestras fuentes de energía, de agua, etcétera.
El Gobierno colombiano no tiene ningún derecho a alterar la paz regional con este acuerdo con el amo norteño, ni aún con el pueril pretexto de la "lucha contra el narcotráfico", que esconde en realidad que quiere asumir un rol semejante al de Israel en el Medio Oriente, esto es de gendarme de los pueblos que vienen desarrollando procesos de cambios estructurales para dejar atrás la noche negra del neoliberalismo inspirado en el Consenso de Washington.
Elevamos entonces nuestra voz de protesta, demandamos de la comprensión de todos los sectores populares y democráticos para que se expresen en repudio de esta amenaza objetiva y exigimos del Gobierno colombiano que escuche los rechazos de todos los gobiernos latinoamericanos y deje sin efecto ese acuerdo atentatorio de la paz, la libertad, la democracia y la autonomía regional.

Reyes Martínez
Encuentro en Defensa del Proyecto Nacion