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El caballo es considerado un sujeto, con su propio punto de vista |
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En Equinoterapia es de imperiosa necesidad aprender a interpretar los mensajes que nos transmiten los caballos a través de actitudes posturales, signos faciales y sonidos.
El poder comprender el mensaje no verbal de los caballos antes de las sesiones terapéuticas o entrenamiento especial al que son sometidos, redundan en seguridad para el paciente, el terapeuta y el caballo; ya que los estados de temor, excitación, dolor, desconfianza, etcétera, pueden ser corregidos o no, antes del trabajo diario con los pacientes y terapeutas.
Aprender a comunicarse con los caballos no es el puro conocimiento de un procedimiento o una técnica específica; tampoco es, por otra parte, la experiencia o práctica adquirida a lo largo de los años; es, a nuestro entender, un cambio de actitud.
El primer punto a considerar es que el caballo no es un objeto, sino un sujeto que tiene su propio punto de vista. Es necesario entender que el caballo tiene la capacidad de experimentar emociones y sentimientos, y que es absolutamente capaz de tomar decisiones. Puede optar por emprender acciones después de analizar una situación determinada, inclinándose a la que mejor conviene a su seguridad y bienestar.
La mansedumbre y docilidad del caballo es un tema muy subjetivo, puesto que hay diferentes puntos de vista al respecto, y en consecuencia esto conlleva a los distintos métodos que se emplean en cada caso.
En principio lo que debemos conocer de este animal es su lenguaje corporal, el caballo se expresa a través de sus movimientos, y uno de los elementos de su cuerpo que más expresa son sus orejas, con el particular movimiento de las mismas, en este sentido quizás sea el que más denota sus estados de ánimo; el movimiento de las orejas anticipa cambios en su carácter, situación que puede en algunos casos traernos problemas.
Todos los movimientos o acciones que realicemos, ya sea desde arriba o desde abajo con el animal es lo que dan al conjunto jinete-caballo la confianza recíproca y seguridad de que lo que se está haciendo es una actitud simple, lógica y racional, a lo que el caballo responderá con la nobleza que lo caracteriza. Todas las actitudes que tengamos para con él van a quedar registradas y las tendrá siempre presentes.
- ¿Se debe trabajar en forma diferente el caballo para la actividad con personas con capacidades diferentes?
Convengamos que la educación del caballo es una sola, y es la que al cabo de un tiempo (esto lo determina solamente el animal por sus características) nos da como resultado la entrega y obediencia, es decir obtener de él, la sumisión total a nuestras exigencias. Pero debemos ser conscientes también que en este caso particular la actividad que se le impone al caballo es diferente a las deportivas, en todos sus aspectos, pues el trabajo en terapia asistida con caballos no debe, a nuestro entender limitarse solamente a la percepción de sus movimientos al caminar y el estímulo que esto provoca en el jinete, sino justamente a sacar el máximo de posibilidades a través de la fuente inagotable que significa este animal y su medio ambiente, utilizándolo como medio motivador de la actividad y que el paciente no se sienta limitado a dar vueltas dentro de un predio montado en un caballo.
En estas instancias ya se perfila el caballo para esta terapia como único, por lo que es lo mismo decir, que el caballo elegido para ella, solamente debe estar dedicado a la misma y entrenado especialmente para tal fin.
- Entonces, ¿cómo debemos trabajarlo para esta actividad?
Nosotros utilizamos un mecanismo que es el de la incentivación y la premiación, satisfaciendo sus gustos, como puede ser una zanahoria, un caramelo, un terrón de azúcar, con el objetivo de tratar de llegar a su sensibilidad; creemos que éste es el punto que marca al animal, entregándose para este tipo de actividad: la desensibilización, teniendo siempre presente que es un animal, contamos con la certeza de que tenemos un caballo que con alegría se entrega totalmente para el trabajo, conociendo fundamentalmente las características de las personas que lo montan, y que trabajan en función de él, cuando decimos que trabajan no se refiere únicamente a que lo hagan montando sobre el animal, sino por los innumerables ejercicios que podemos realizar, ya sea montado en cualquier parte del cuerpo (no necesariamente tiene que hacerlo detrás de la cruz) como también desde el piso, trabajar con distintos elementos (aros, pelotas, sogas etcétera), montados de a dos, en fin, innumerables aspectos que hacen a nuestro entender, a la rehabilitación de acuerdo a la patología y necesidades personales de cada paciente.
Lic.Valeria Gili, Lic.Verónica Raggiardo, Ramiro Reale, Agustina Gili
“Al tranco”
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