- Los resultados de los análisis efectuados a las muestras de agua en Villa María no tranquilizaron a la población. Hay dos barrios que tienen niveles muy por encima de los límites permitidos por la ex DIPAS. ¿Lo preocupa?
- No es una preocupación, hay muchas instituciones participando y están todos los laboratorios. Los vecinos tienen que tener todas las garantías... y el municipio es el principal interesado ante cualquier inconveniente.
(Minutos antes, a Accastello lo llamaron a su teléfono celular y se retiró unos diez minutos. Cuando se le preguntó por el arsénico, aprovechó para contar que “hace un rato” dialogaba sobre el proyecto de una represa).
“Estamos trabajando con el Ministerio de Obras Públicas de la Nación en un proyecto que tiene 60 años: la posibilidad de una represa en la Laguna de las Conchas, con una planta purificadora para enviar agua a distintos lugares de la provincia. Es un pre-proyecto. Lo estamos hablando con la gente de Recursos Hidrícos”.
Accastello esquivó el caliente tema del arsénico indicando que “tenemos que generar una gran conciencia sobre lo que significa el agua. Hoy lo vemos con esta sequía... Los niveles de arsénico han subido en gran parte de la Argentina. Hay un avance significativo y por lo tanto debemos estar muy atentos”.
“Esta sequía, la más importante en quince años, nos debe hacer reflexionar sobre la importancia de cuidar este recurso”.
La entrevista se había dado tras el reconocimiento a los Bomberos Voluntarios -a través de una plaqueta que recibió el jefe Guillermo Vedelago- de manera espontánea, pero por la agenda del mandatario sólo se limitó a un par de preguntas.
No obstante, antes del final, exhibió su nuevo despacho, en el que sobresale un amplio portarretrato con una foto que lo muestra al lado de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y la lapicera que utilizó el ex presidente Néstor Kirchner en su primera visita a la ciudad, en tiempos de la gestión de Nora Bedano.