@Un teatro y su historia, bajo amenaza
Señor director:
Nuestra historia como país, es indignantemente cíclica.
Siempre nos encontramos con los “vendepatrias”, que arruinan años de trabajo...
¿Quién gobierna nuestro país? Pasaron radicales, peronistas, desarrollistas, liberales, militares… Pero es evidente que nuestra historia sigue siendo diseñada en otro sitio.
¿Qué nos quedaba por destruir? ¿Qué más nos faltaba destrozar? El Teatro Colón.
Así es, el Teatro Colón con más de 100 años de historia, escala obligada de todo artista lírico para confirmar su consagración mundial, sitio sagrado donde brillaron Richard Strauss, Nureiev, Ricardo Muti, Sir Thomas Beecham, Galina Ulanova, Witold Malcunsisky, Claudio Arrau, Ana Pavlova, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, Arturo Toscanini, Puccini, Fedor Chaliapin, Luciano Pavarotti, Darío Volonté, Paloma Herrera, Julio Bocca y tantos otros...
Pocas cosas sobrevivieron a la embestida privatista de los ‘90. El Colón fue una, gracias a la decisión inalterable de sus cuerpos estables...
Hasta que apareció el Proyecto Master Plan (2003), conducido por la arquitecta Silvia Farge, que con la excusa de realizar una restauración edilicia, promovió una nueva estafa al pueblo.
Esta restauración se tornó destructiva, a partir de la gestión Macri, donde se implementó la desintegración de las salas de ensayo, de los talleres de producción, desmantelamiento del escenario, entre otras atrocidades, con un presupuesto millonario que triplicó al original.
En los distintos subsuelos que dicha sala posee, donde históricamente se desarrollaba la producción de los espectáculos líricos, nos encontramos con una enorme cantidad de escombros, semejante a lo que deja un bombardeo. ¿Cómo se justifica tanta destrucción? ¿Cómo permitir que inmensas paredes y cientos de metros cuadrados de pisos de nuestro primer coliseo hayan sido convertidos en toneladas de escombros, al extremo de provocar el resquebrajamiento del muro histórico del teatro y la posibilidad de un derrumbe?
Hay grietas en el edificio que parten de sus cimientos y se prolongan hasta el cuarto piso, que los genios del Master Plan no saben cómo reparar, apuntalando con tirantes de madera parte de la fachada exterior que da a la calle Viamonte y sus subsuelos.
¿Quién gobierna nuestro país? ¿Cómo puede ser que proyecten remplazar salas de ensayo de orquestas, del ballet, de talleres de producción y hacer confiterías, restaurantes, sucursales del Banco Ciudad, tiendas de souvenirs y hasta una concesionaria de General Motors en el antiguo pasaje de carruajes?
¿Hacía falta un gasto millonario solicitando préstamos al Banco Interamericano que pagaremos durante años, para destruir nuestro teatro?
Los trabajadores del Teatro Colón denunciamos en todos los medios existentes este desastre. Estamos hablando de la Legislatura porteña, los canales de televisión, las radios, la Dirección de Patrimonio Cultural, la Dirección de monumentos históricos, etcétera, etcétera, realizamos cientos de marchas pacíficas, manifestaciones, etcétera, etcétera...
¿Cómo es posible que no hayan trascendido estas denuncias y la destrucción continúe con toda impunidad? ¿Quién gobierna nuestra vida?
¿Macri tiene tanto poder para hacer esta masacre cultural? Creemos que no. Entonces, ¿quién gobierna a Macri?
En respuesta a las denuncias realizadas por los trabajadores, el Sr. García Caffi ordenó el traslado de 480 artistas, cantantes, pianistas, fotógrafos, camarógrafos, arquitectos, herreros, etcétera, etcétera, que ahora, según la decisión de este funcionario de turno, pasarán a prestar servicio ¡en los hospitales municipales que les queden más cerca de su domicilio!
Para dar un ejemplo real, un cantante lírico de 30 años de trayectoria, con presentaciones en importantes teatros mundiales, que representó artísticamente a nuestro país, que fue premiado y reconocido mundialmente, hoy deberá entregar números a pacientes del Hospital Alvarez.
La idea de Macri & García Caffi es muy "inteligente”. Como no pueden echar al artista, lo mandan a realizar tareas que poco tienen que ver con su trayectoria profesional, lo que indica que en pocos meses se muere de tristeza, de infarto o renuncia.
¡Oh!, casualidad, los dirigentes de los trabajadores están entre los “nominados”.
¡Oh!, casualidad, el gran asesor escenotécnico del “Master Plan” es Juan Carlos Greco, el ex director técnico expulsado del Teatro Colón por privatista, que hoy, por lo visto, se toma una revancha.
Quedamos 808 trabajadores que todavía pertenecemos a este teatro o lo que queda de él. Pero desde enero, el teatro está cerrado y no podemos ingresar... la programación de obras líricas a desarrollarse en otros lugares, como el Teatro Coliseo, es mínima... no disponemos de una oficina de personal y fiscalización, donde constarían nuestras asistencias... García Caffi, nos basurea públicamente diciendo que “el Colón no es un seguro de desempleo”...
Queridos lectores, seguiremos adelante, silenciados, más viejos y mucho más tristes, pero con la esperanza de que por lo menos sepan que hicimos todo lo posible por defender nuestro Teatro, nuestras familias, nuestra cultura...
¡Y no nos daremos por vencidos, ni aún vencidos!
Trabajadores
del Teatro Colón
@Un vecino descontento con una clínica
Señor director:
Hace cuatro meses que no está conmigo mamá, una mujer buena, cariñosa, bondadosa... Hacía muchos años que sufría una enfermedad crónica y sufrió una descompensación. La llevamos a la Clínica de Especialidades porque allí le cubre su mutual como jubilada. Quedó internada dos días en terapia intensiva, luego la sacaron a una pieza que no tenía ventanas, donde había tres personas separadas por cortinas y la almohada sin funda. Ver a mi madre un poco mejor, pero en ese depósito de personas, me daba impotencia. Entonces pedí con mi familia que la pasaran a una habitación privada.
Debo señalar la mala atención de la clínica, el maltrato para con los familiares y la falta de humanidad hacia el paciente.
Si sos jubilado y no tenés dinero, para ellos no existís. Y si tenés cómo pagar para que tu ser querido esté dignamente soportando su enfermedad, se abusan y te sacan todo lo que más pueden. Te cobran como en un hotel cinco estrellas mientras que la atención y la limpieza dejan mucho que desear.
Tengo presente a cada profesional que la atendió y creo que ninguno lo hizo como ella se merecía... Creo que no los voy a olvidar nunca.
A mi madre la guardo en lo más profundo de mi corazón.
Te quiero mucho mamá y te extraño.
Que descanses en paz.
Lorenzo Ramírez
DNI 17671484
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