Escribe: Daniel Cerutti

Es un partido que seguramente no va a repercutir en el recuerdo de los buenos momentos futbolísticos. Playosa y Unión Social forjaron un cero a cero total, con tanta actitud ingenua e incompatibilidades en la organización del juego que el partido no dejó margen para el mínimo elogio.
Sólo destacar la intuición y reflejos efectivos de Torre, nobel arquero del visitante que se llevó el punto a Alto Alegre, conteniendo de manera magistral los dos penales concedidos al “albo”, uno a Horacio Bustos y otro a Velasco.
Hasta los 20 minutos, el primer tiempo no aportó nada, sólo choques y rigurosidad que posteriormente se tradujeron en las expulsiones de Bustos y Servetti en el local y de Stéfani en el visitante.
Playosa, en inferioridad numérica, siempre mantuvo la iniciativa, pero no tuvo claridad ni distinción en sus intentos, sólo alguna acción individual de Acosta o Berterame, que exigieron a la defensa del huésped.
El segundo período siguió la proyección del anterior, todos intentos estériles, sin operatividad ni reflexión y que también se reflejaron en las dos oportunidades increíbles que Gudiño desperdició para Unión Social con el arco de Rabino a su disposición o a la imprecisa definición de José Semenzín para el local en el minuto final de la brega.
Quedaron en deuda ambos equipos mostrando una estilo tan precario ni elemental de juego que bien podrían utilizar las imperfecciones de su labor como basamento para readecuar estilo e intenciones en búsqueda de un futuro más propicio en producción futbolística.