“El principal problema es la previa”. Es la conclusión que parte de los adolescentes a la hora de analizar el alto consumo de alcohol en el sector juvenil.
Con sentido común y conocimiento de las costumbres nocturnas de la Villa, los integrantes del Concejo Deliberante Estudiantil y de la comisión de Estudiantes Secundarios, analizaron una problemática que está bajo la lupa del Gobierno local y que ha disparado la posibilidad de adelantar el horario de cierre de los boliches.
Todos los estudiantes presentes (más de treinta) coincidieron que el mayor consumo de bebidas alcohólicas se produce antes de ir a las discotecas.
“En los encuentros que se realizan en casas de familia antes de partir rumbo a la confitería se da el mayor consumo”, señalaron los jóvenes en una reunión realizada ayer en la Casona de Pereira y Domínguez.
La voz de los integrantes del Deliberante Estudiantil fue escuchada por funcionarios y ediles.
Del encuentro participaron el titular del Concejo Javier Suppo, legisladores de todas las bancadas, el secretario de Gobierno Rafael Sachetto, el subsecretario de Seguridad Ciudadana Héctor Bersano y la directora de Juventud Leticia Camusso.

Más económico

“Tomar en casa es más económico que en el boliche”, plantearon los alumnos de las diversas entidades de Nivel Medio.
Con respecto a las medidas que se podrían tomar para controlar esta problemática, consideraron que “si se pone un tope en el horario de ingreso a los boliches, la previa se achicaría”. No obstante, hubo coincidencia que ir a bailar es una costumbre.
Entre las sugerencias dejadas por los estudiantes estuvo también un control de alcoholemia en el ingreso a las discos y la continuidad del programa “Conductor responsable”.
La responsabilidad de los padres no quedó afuera de la agenda de trabajo, ya que muchos admitieron que la mayor parte de las familias conocen la existencia de las “previas” y que en las mismas se consume alcohol.
Concientizar fue otra de las cuestiones que estuvieron en el centro del debate.
Finalmente, los jóvenes aludieron a la necesidad de generar una norma que faculte al municipio a ejercer un control sobre las fiestas privadas (como cumpleaños de 15), ya que en las mismas se provee alcohol a menores.
Para los concejales, “el encuentro fue bueno y productivo”.
En tanto, Sachetto ya tiene programada una reunión con los empresarios de los boliches para tratar la posibilidad de controles en el ingreso y evitar la entrada al boliche de personas que hayan bebido en exceso.