El juez Carlos Azócar (64) ejerció durante 32 años la profesión. Desde 2004 es vocal de la Cámara del Trabajo, tras acceder por concurso.
Fue presidente del Colegio de Abogados de Río Cuarto, abogado de la CGT cordobesa y riocuartense. Ayer dialogó con EL DIARIO en su despacho del cuarto piso de Tribunales, durante la mañana.
"Al elegir la profesión, con título de maestro en el secundario, en San Juan, me vine a Córdoba y cursé los estudios de Derecho impulsado no sólo por la tradición familiar (tenía varios de sus miembros en la Magistratura y en el ejercicio profesional) sino también por los fuertes ideales de realización de justicia", reveló.
"La carrera abarcaba no sólo las cuestiones de Derecho, sino también aspectos humanísticos; me pareció que era la carrera específica", confesó el magistrado.
Azócar señaló que, ya recibido, optó por la especialización en la faz laboral. "Fue una práctica de 32 años y no sólo significó la búsqueda de la noción inicial de justicia, sino también de los ideales de justicia social, principio fundamental del Derecho Laboral", recalcó.
"En el ejercicio profesional fui abogado de la CGT de Río Cuarto y de Córdoba y sindical. Atendí a clientes individuales y colectivos del sector obrero. Tuve muchos casos importantes, luché muchas horas y con gran dedicación", afirmó.
Azócar cree que esta profesión "es una de las labores más dignas" y remarcó que "cuando es bien ejercida aporta al equilibrio social, al progreso social, a la democracia".
En su charla con este cronista, contó que cuando dejó la profesión para concursar para el ingreso a la Justicia, en 2004, hizo un balance positivo: "Me permitió sentirme satisfecho de haber hecho un trabajo que coincidió con mis ideales sociales".
Ya como vocal de Cámara, tiene contacto con profesionales en la materia "y he encontrado en la ciudad a un foro de abogados jóvenes y con experiencia, muy dedicados a su profesión".
"Están trabajando con jerarquía y alta especialización, con mucho trabajo en cada uno de los casos en los que les toca actuar", sostuvo el magistrado.
Rodeado de libros y apuntes y con fotografías de su familia cerca de su escritorio, el juez afirmó que los abogados "son los abanderados del derecho de defensa de las partes, que permite llegar a la solución de los conflictos".