Silvia López trabaja en Tribunales y es una novel abogada. EL DIARIO, para este suplemento, buscó la palabra de profesionales experimentados (tal el caso del fiscal Francisco Márquez y el juez Carlos Azócar, ambos de vasta trayectoria) y de letrados que están saliendo al mundo laboral, para tener la visión de quienes ejercer la profesión desde hace largo tiempo y de quienes recién inician la carrera.
López tiene 44 años y se recibió hace cinco. Ella cuenta que de adolescente debió posponer el sueño de ser abogada por una cuestión económica. “Me dio la posibilidad la Universidad Católica de Salta delegación Villa María”, indicó ayer al dialogar con este matutino en el hall del Palacio de Justicia.
“Mi objetivo era trabajar en Tribunales. Se me fueron abriendo las puertas como pasante y luego concursé para estar en planta permanente”, detalló.
Hoy, Silvia se desempeña en el Juzgado de Menores, a cargo de Cecilia Fernández.
“Me gusta, aunque por el hecho de ser mujer los tiempos son distintos, el trabajo demanda muchas horas y se complica cuando uno tiene familia”, confesó.
Al estar del “otro lado” de la barandilla, “los desafíos son diferentes” a cuando consiguió el diploma. “Ahora además de lo jurídico está lo administrativo, uno tiene que hacer correctamente lo que le indican porque está bajo las órdenes de superiores”, advirtió.
Silvia subrayó que actualmente los abogados tienen “muchísimo” trabajo, porque “la sociedad se torna cada vez más compleja y cada vez existen más conflictos”.
“Una de las primeras cosas que he aprendido es que todo lo que no está escrito, no está en el mundo”, recalcó.
Para López, el foro villamariense es muy especializado, sobre todo en el ámbito laboral. Pero en Menores, área donde ella se desempeña, “los abogados prácticamente no tienen base y están muy desconcertados”.
Por ejemplo, apuntó que ante la Ley de Derogación de los Patronatos “la competencia del Juzgado de Menores es otra y los abogados no tienen conocimiento de esa ley”.