Escribe:
Diego Pellegrini -h-

Parece que la cosa va en serio, que los chicos de Alumni están decididos a pelear arriba. Ayer dieron una muestra más de actitud al vencer por 4 a 0 a Atlético Ticino, en campo visitante, y de esta manera se sumaron a la punta del campeonato.
Claro que el resultado es un tanto abultado, teniendo en cuenta el trámite del juego, pero no quedan dudas que los villamarieses fueron superiores a lo largo de los noventa minutos, aprovechando el último cuarto de hora para redondear el marcador.
La máxima virtud fue capitalizar los errores que el local le entregó en bandeja.
En el primer y segundo gol, los dirigidos por Gustavo Miranda tomaron los regalitos defensivos y facturaron.
Una versión descolorida de Atlético Ticino fue también una de las variables que tuvo el partido, ya que careció de seguridad defensiva y casi no tuvo peso ofensivo, a no ser de las apariciones esporádicas y solitarias de Lucas Sachetto.
Entonces, ante el local pasando un momento de zozobra por las dos derrotas, Alumni olió sangre y capturó a la presa.
Así fue como, ante un arranque parejo y con pocas ideas para ambos lados, en la primera que tuvo la visita festejó.
Fue a los 18’: Andrés Lazo falló en el intento por despejar el balón, Carlos Morcillo capitalizó el yerro y asistió en forma de centro a Federico Figueroa, para que éste la pare y defina bajo y cruzado.
El 1 a 0 le dio la tranquilidad al visitante para manejar el balón y buscar un cierto orden táctico. Ticino demostró ser inofensivo en la búsqueda del arco defendido por Leonel Luciani. Sólo contó con algunas chances de peligro que fueron sólo aproximaciones, como un cabezazo débil de Sachetto y un disparo de Ramírez. Alumni, mientras tanto, tuvo una clara en los pies de Matías Barbuio que el delantero dilapidó ante la salida de Nicolás Colautti.
El complemento tendría un golpe de timón apenas se iniciaba el mismo. Diego Vicario vio la segunda tarjeta amarilla y se fue expulsado cuando el reloj marcaban tres minutos de juego.
Era la inyección anímica que necesitaba el local para intentar el empate. Y a pesar de que Barbuio perdió en otro mano a mano con Colautti, que podría haber sido el 2 a 0, Atlético Ticino empezó a jugar en campo contrario, ante un evidente retraso de Alumni.
Fueron los mejores momentos de los comandados por Rafael Vázquez porque tenían la pelota y se acercaban cada vez más al arco de Luciani. Pero nuevamente la tibieza de la armada ofensiva local dejó sin situaciones claras como para poner el 1 a 1.
Un remate de Darío Lescano desde lejos y un frentazo débil de Sachetto que besó el palo, fueron las únicas. Por el contrario, el albirrojo de calle Mendoza, cuando tuvo la posibilidad de liquidar el pleito, lo hizo.
El reloj marcaba 34´, el que pifió ahora fue Colautti; Figueroa la capturó y se sacó un defensa de encima para quedar de cara al portero y definir con un sutil toque. 2 a 0, partido liquidado, con Atlético con el ánimo por el piso y con Alumni con el suyo por el cielo. Fue así, como en las jugadas siguientes Barbuio puso el 3 a 0 (36’), tras una contra con superioridad numérica, y Facundo Depetris colocó el cuarto (45´), por penal de Bettiol sobre Barbuio.A esa altura del cotejo era todo festejo de los pibes, que sabían que este resultado los colocaba como punteros del campeonato, para que empiecen a soñar con algo más grande, total soñar no cuesta nada.

@ La figura

Federico Figueroa fue el autor de los dos primeros goles, en ambas ocasiones con una gran definición. Encarriló a su equipo a la victoria cuando el partido se le complicaba. Estuvo implacable.

@ El árbitro

Fabián Galfione tuvo un regular arbitraje. Se apuró con la segunda amarilla en la expulsión de Diego Vicario y marcó varias faltas dudosas, que entrecortaron mucho el juego. Acertó en el penal de Bettiol a Barbuio.