El incontenible avance de los incendios forestales que cubren gran parte de la geografía provincial continúa provocando zozobra en varias localidades y una profunda preocupación en el Gobierno cordobés, cuyo titular, Juan Schiaretti, no dudó ayer en evaluar como "muy importantes" los daños ocasionados.
Los siniestros, que el viernes provocaron una víctima fatal, daños en viviendas, una planta de maní, un aserradero y una metalúrgica, además de cortes de rutas y la destrucción de miles de hectáreas de pastizales y vegetación autóctona, se ven favorecidos por las condiciones meteorológicas: alta temperatura, bajo porcentaje de humedad, prolongada sequía y fuertes vientos.
La temperatura algo superior a los 37 grados y vientos desde el sector norte mantienen activos unos doce focos de incendio en distintos puntos de la provincia, donde centenares de bomberos voluntarios y personal de Defensa Civil, con el apoyo de aviones hidrantes del Plan Provincial del Manejo del Fuego, mantienen una desigual lucha con las llamas.
Ayer se registraron menos focos de incendios que en la antevíspera, aunque la situación en la zona central del Valle de Punilla es dramática, donde se procura contener los siniestros que consumen las laderas de las sierras que rodean las localidades de Los Cocos, Cruz Chica, Cruz Grande y La Cumbre.
Decenas de bomberos voluntarios y aviones hidrantes tratan de contener las llamas en las crestas de los cerros, aunque en caso de que la situación se complique se ajustan detalles para evacuar a los pobladores de la región, al tiempo que permanece cortada por el fuego y la nula visibilidad un tramo de la ruta nacional 38, que une Carlos Paz con el resto del Valle.
Unos 40 kilómetros al oeste de allí, se mantiene en similar situación la ruta provincial C 45, que interconecta la ciudad de Alta Gracia con la autopista Córdoba-Villa Carlos Paz, donde la visibilidad es prácticamente nula por las cenizas residuales en el aire.
Otra de las situaciones preocupantes ocasionadas por el fuego se registra en el Valle de Calamuchita, al sur de esta capital, donde varios focos en el cordón montañoso circundante se ciernen sobre las localidades de Los Reartes, Villa General Belgrano, Villa del Dique y Villa Rumipal, donde ayer se quemó totalmente el Aserradero Forestal.
El director de Defensa Civil de la provincia, Diego Concha, admitió la gravedad de la situación al señalar que "esto es un caos", aunque destacó el incansable accionar de las dotaciones de Bomberos Voluntarios de varias localidades y el apoyo de los aviones hidrantes.
Mencionó además la disminución de personas evacuadas, ya que de las 300 que el viernes se vieron obligadas a abandonar sus viviendas ayer sólo quedaban alrededor de 80 que están alojadas en un club de Malagueño.
Asimismo anticipó que en el Valle de Punilla se han preparado varios locales para alojar personas en caso de disponerse una evacuación ante un eventual avance de las llamas en la región central de esa zona serrana que constituye uno de los principales centros turísticos de la provincia.
El relevamiento realizado por técnicos de esa repartición indica la existencia de otros focos menores en los alrededores de algunas pequeñas localidades del valle de Traslasierra, al oeste del territorio cordobés, donde 25 personas fueron evacuadas "por precaución".