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Federico Boccardo, Claudio Stoll (jefe del Cuerpo de Bomberos cabralense), y Franco Mignola |
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Son dos pibes comunes, como tantos otros. Pero ejercen una profesión de riesgo y tienen una gran vocación solidaria. Ellos son bomberos, y combatieron la ola de incendios que asoló la zona días pasados.
En el cuartel de los Bomberos Voluntarios de Arroyo Cabral se han vivido días intensos, en donde permanentemente se requirió la presencia de dotaciones para sofocar frentes ígneos. Y allí estuvieron junto a sus compañeros. Ellos son Franco Mignola y Federico Boccardo (ambos de 17 años), aprendices mayores a los que les tocaron distintas actividades, ya que no sólo combatieron las llamas, sino que también debieron brindar primeros auxilios.
Con la misma predisposición con que encaran sus tareas, los pibes se prestaron al diálogo con EL DIARIO.
- ¿Este fue el primer incendio de grandes proporciones en el que participaron?
- Sí, fue realmente importante, no sólo por la intensidad, sino por la continuidad que tuvo, ya que permanentemente se abrían nuevos focos. Es una situación que se vivió en general en muchas partes de la provincia, porque uno ve el incendio en las sierras y toma real dimensión del desastre ocurrido.
- ¿Se tiene conciencia del peligro que corren cuando están en pleno servicio?
- Por supuesto. Siempre se habla de la seguridad personal que se debe tener, en especial la de uno mismo. Sin bomberos no se pueden salvar vidas ni actuar en diferentes siniestros, así que el fuego merece toda nuestra atención y respeto.
- ¿Cómo surge en sus casos la idea de ser bomberos?
- Surge por distintos motivos. Quizás nosotros, que comenzamos de chicos, lo hicimos por admiración a los bomberos y, más que nada, por curiosidad. Después uno le toma el gusto a esto de ayudar a la gente y se enamora de esta profesión, que es riesgosa pero da muchas satisfacciones.
- ¿Cómo toman sus familias el hecho de que sean bomberos?
- Todos apoyan nuestra vocación y se encomiendan a Dios, porque muchas veces los invade el miedo. Realmente se preocupan mucho porque nos quieren, y hoy por hoy, con todo esto de los incendios grandes que hay, es mucho el temor. Sin embargo, siempre están presentes cuando necesitamos apoyo y contención.
- ¿Cuánto tiempo les implica desarrollar su tarea?
- Las 24 horas de los 365 días del año. Esto es así y no hay vueltas.Nunca sabemos cuándo nos pueden necesitar, así que estamos siempre pendientes de algún llamado. Si bien hay guardias y los demás desarrollamos nuestras tareas habituales, lo cierto es que ante algún hecho en que nos necesiten, todos respondemos.
- ¿Piensan seguir mucho tiempo en esta actividad?
- Sí, porque esto se lleva en la sangre. Esta tarea es, para nosotros, apasionante. Nosotros siempre estamos preparados para colaborar en lo que sea, y ese sentido de solidaridad nos hace sentir vivos.
Y allí, en el cuartel, siguieron haciendo sus tareas estos dos pibes, a quienes toda la comunidad seguramente alguna vez vio (y verá), con sus uniformes de color naranja, dispuestos a responder ante cada necesidad.
Son dos alumnos del Instituto Secundario San José. Dos jóvenes tan héroes y anónimos como cada uno de los miles de bomberos que trabajaron y trabajan en toda la provincia para terminar con los incendios.
Fabio Morisetti
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