Escribe: Juan José Coronell
Especial para EL DIARIO
Con un promedio de 2.250 visitas por año, esta reserva natural es el destino que les proponemos este domingo desde El Diario Viajero.
El decreto por el que se convirtió en espacio natural protegido data de 1986.
Se trata de 1.307 hectáreas de tierras fiscales y comprende un basto conjunto de pastizales pampeanos, bosquecillos de especies nativas y exóticas junto con áreas de bañados y lagunas. Con su ecorregión de Espinal Pampeano, se pretende proteger las características naturales del lugar y en especial la conservación de la laguna y la educación en la sociedad para saber lo que significa tal conservación.
Entre las especies animales que la habitan se cuentan los zorros grises, hurones, peludos, cuices, culebras de agua, ranas, escuerzos, bagres y mojarras. Pero antes que nada vale aclarar que el ambiente es ideal para las aves acuáticas locales y regionales, como cisnes de cuellos negros, gansos blancos, patos de varias especies, perdices chicas, alas coloradas, teros, pirinchos, cotorras, golondrinas...
En cuanto a las especies nativas de flora podemos encontrar caldén, algarrobo, chañar y cina cina. Y entre las especies introducidas contamos con eucalipto, paraíso, acacia negra y blanca...
En lo que a la laguna se refiere, hay especies acuáticas como totoras, juncos y espadaña, además de la lenteja de agua. Todas viven bajo temperaturas que van desde los 44 grados a temperaturas bajo cero, producto de inviernos frescos y secos y veranos -como se ha visto- calurosos y húmedos.
Para hacer
Esta Reserva, que se encuentra anotada en la travesía de la región turística de Lagos, Lagunas y Fortines, abarcando una parte interesantísima de la llanura pampeana de la provincia, cuenta con varios atractivos.
Por un lado, permite al visitante poder tener un contacto directo con la naturaleza y lo que ello conlleva. Así, la tranquilidad, las ganas de no irse y el encanto se adueñan de uno cuando se puede realizar el avistaje de flamencos, garzas, cigüeñas, entre los ejemplares de animales de los que dábamos cuenta antes y que son más “habituales”.
Por otro lado, para quienes disfrutan de la pesca, se puede ejercer dicha actividad siempre y cuando se tengan en cuenta los límites y los modos establecidos por el Gobierno municipal.
Todo esto sumado al turismo rural, agroturismo, turismo de naturaleza y de aventura. Es interesante también el turismo de estancias, que permite visitar establecimientos de tal tipo en la región, para revivir tradiciones, realizar actividades de campo y llegarse hasta las lagunas para safaris acuáticos.
Hasta nuestros días
Lo interesante del turismo de estancias y rural, es saber un poco de la historia del lugar. Lo más importante de esto además es conocer que hay gente que trabaja diariamente para mantener el lugar tal como está, sobre todo en tiempos donde los incendios amenazan a las mejores zonas turísticas de la provincia.
Pero volviendo a la historia, vale saber que esta superficie formaba parte de la estancia La Ensenada, y que en la última inmigración se dividió y permitió que se ubicaran en ella varios productores agropecuarios.
Siempre manteniendo el casco y el paisaje tal y como lo habían dejado los jesuitas, que lo utilizaron como establecimiento ganadero. Allí además, la naturaleza se hace presente como vimos con el paso de los años, más allá de que la trágica Campaña del Desierto aniquiló a sus primeros habitantes.
Contacto:
secretariadeambiente@cba.gov.ar
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