@ Los anuncios del intendente
Señor director:
La verdad es que ya los anuncios de nuestros gobernantes, y algunas de sus acciones, me tienen harto. Vivo en el barrio Barrancas del Río y hace unas semanas vi cómo el intendente Accastello inaguraba un “Plan” de Forestación, plantando diez plantitas en el barrio. Más allá de que usted se dará cuenta de que diez plantas en un barrio como el nuestro no son nada, me pareció un acto hueco, vacío, insignificante.
¿Por qué digo esto? Porque el intendente Accastello, en campaña electoral, prometió para el barrio, entre otras cosas, una nueva flota de vehículos para patrullaje preventivo las 24 horas, mayor iluminación, construcción del centro vecinal, desmalezado, gas para todos, agua para todos y sin costo para los vecinos, asfalto, nuevos refugios para esperar el colectivo, colocación de contenedores para la basura, etcétera. Y han pasado ya varios años de eso y seguimos esperando (para que puedan comprobarse estas promesas, acompaño copia del folleto del intendente cuando era candidato).
Entonces digo: ¿hasta cuándo el intendente se va a burlar de los vecinos de Barrancas del Río? Porque esas cosas que prometió y no cumplió sí son importantes, no nos va a conformar con diez plantitas. Queremos esas obras, porque anunciándolas seguramente ganó algunos votos. Bueno, ahora queremos que cumpla y no que haga como acostumbra, es decir, prometer y luego no cumplir.
Espero una respuesta que no puede ser otra que ver comenzar con los trabajos prometidos, para no caer otra vez en la cuenta que, una vez más, quedamos envueltos en el palabrerío de Accastello, un especialista en prometer y no cumplir.
Guillermo Albornoz
DNI 23497717
@ Salvemos a aquel Diego
Señor director:
Recuerdo el principio de discusión que tuve con un querido amigo al momento de producirse la designación de Diego Maradona como director técnico del seleccionado nacional de fútbol. El decía que era el mejor homenaje que se le podía realizar “por todas las alegrías que nos dio” y yo sostenía que era ponerlo otra vez al borde del abismo; algo así como subirlo nuevamente al estrellato que suele ser sinónimo de “estrellado”.
Es decir, prefería el recuerdo imborrable de tantas gambetas, tacos, rabonas, antes que nuevas ilusiones.
Suspendimos la discusión rápidamente cuando las posiciones eran irreconciliables y respetuosamente dejamos el tema a un lado hasta hoy, cuando me siento a escribir sin saber el resultado del partido con Paraguay.
Y no lo hago por aquello de “yo te avisé”, es decir, para ufanarme, sino para pedir que si las cosas salen mal, los “iluminados” que lo volvieron a ubicar en el centro de la escena, lo contengan y le brinden todo lo necesario para que no se derrumbe hacia abismos conocidos para él, de los que salió con mucho esfuerzo y dolor de sus seres queridos, es decir, de unos cuantos millones de argentinos.
No importa Paraguay, puede doler más o menos la ausencia de un Mundial, que ojalá no se produzca, pero más importa la persona.
Alberto Botta
DNI 14511012
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