De mi consideración:
El motivo de la misma es poner en conocimiento de la comunidad una situación desagradable que se está viviendo en la Liga Villamariense de Baby Fútbol.
El tema referido es la del jugador Dylan Aráoz, que pertenece al club San Martín de nuestra ciudad, en la categoría 2000.
A dicho niño se lo inscribió legalmente y doy fe de eso porque presencié una charla entre dirigentes de la institución y de la LVBF, en la cual le solicitamos consejos para la forma de fichaje de algunos niños.
Bien, llegó el turno de Dylan, quien con su familia vivía en la localidad de Tío Pujio hasta el verano pasado, pero en ese tiempo su mamá decide radicarse en Villa María por motivos laborales y lo hace en casa de su hermano.
A eso en la Liga lo planteamos y preguntamos si era necesario realizar el trámite de cambio de domicilio, a lo que los directivos de la Liga de Baby nos contestan que no hacía falta porque el niño era jugador libre y el reglamento lo amparaba; pues bien, entonces obviamente ese trámite no se realizó y se llevó toda la documentación legal solicitada en tiempo y forma (no como se dijo en alguna ocasión, lo contrario); el niño ya vivía en Villa María con su mamá en casa del tío, lugar en que hoy en día siguen residiendo, y además estudia acá, en nuestra ciudad.
La pregunta es la siguiente: ¿si la LVBF inscribe y autoriza a un niño a jugar, puede después de nueve fechas sancionar y prohibir a que lo siga haciendo? Esto motivó que la familia recurriera a la Justicia para tramitar un recurso de amparo para que Dylan pueda seguir jugando, derivando eso a que los clubes jugarán bajo protesta (salvo los clubes Belgranito, Los Campeadores y El Porvenir, que tuvieron la caballerocidad de no hacerlo), de los cuales San Martín terminó ganando esos partidos pero el campeonato quedó en suspenso, al club no se le otorgó dicho título, perdón, a los niños, niños de 9 años, criaturas como por así llamarlos, quienes quedaron llorando y pidiendo explicaciones del porqué no sé les entregó el trofeo correspondiente como premio por haber ganado de ley un campeonato, por el cual ellos entrenaron y dejaron el alma en la cancha.
Algo tiene que quedar en claro, el club San Martín no adulteró ninguna documentación, se presentó lo solicitado y en su momento se realizó el fichaje, se les expidió un carné y autorizaron al niño a jugar.
Pruebas de que Dylan y su mamá vivían en Villa María sobran, lo único que faltaba era un simple y rápido trámite de cambio de domicilio, lo cual no fue exigido en su momento.
En el ambiente del fútbol nos conocemos todos, ¿ustedes piensan que un club puede arriesgarse a fichar un jugador de una manera no apropiada si la única solución fuera, como dije antes, un simple trámite de cambio de domicilio (repito, el cual no se hizo porque nos dijeron que no hacía falta)?
Acá hay que dejar de lado la competencia que los grandes formamos entre nosotros y pensar un poquito más en los chicos.
¿Alguien es capaz de ponerse por un instante en la cabecita de esos niños que entran a jugar sabiendo que si ganan no les van a dar los puntos?, ¿que a lo mejor no van a recibir el trofeo como el mejor equipo del campeonato pasado?.
El domingo pasado los chicos me dijeron lo siguiente: “Silvio, para qué jugamos si no nos van a dar nada; nosotros ganamos bien e igual no nos dan nada”... ¿Qué se les responde?...
Todos se golpean el pecho diciendo que la Liga es de y para los chicos, saben que: son mentiras. Porque si así fuera no pasaría lo que está pasando, no sucedería que padres gocen con el triunfo de la categoría de su hijo a más no poder, cuando del otro lado hay un grupo de niños tristes y, en algunos casos, llorando porque perdieron.
Por último, quisiera aclarar que en el nuevo fichaje se le presentó a la Liga la documentación nueva, con domicilio de Dylan en Villa María como así también el certificado de estudio en esta ciudad, y nos siguen jugando bajo protesta, lo que es una vergüenza, que gente que represente a clubes y que presiden una Liga de Fútbol de niños (o sea, toda esa gente grande) no hayan resuelto esto, los chicos siguen mal injustamente, y a nadie le importa.
Hay que dejar de lado la envidia, la competencia, la bronca, esos problemas arréglenlos entre grandes y, como grandes, dejen a los chicos de lado.
Silvio Munch (*)
DNI: 22.078.704
(*) Reconocido ex arquero del fútbol villamariense. Actualmente es director técnico del club de baby fútbol de San Martín.
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