Señor director:
Hágole saber por la presente que la publicación efectuada en este matutino con fecha 16/08/09, en la página 56, ha afectado profundamente la honradez y moral del suscripto, al descalificar al fondo de comercio que presido, denominado Bar Monta.
No guardan relación con los hechos acontecidos las declaraciones vertidas en EL DIARIO, puesto que no es cierto que efectivos de la Policía Federal Argentina hayan efectuado un allanamiento durante la madrugada del día 15/08/09 en mi fondo de comercio.
A poco de indagar en los Tribunales Federales locales, mediante presentación escrita, advierto que la orden de detención sobre el sujeto apresado había sido librada por la Justicia para que el mismo sea detenido en cualquier lugar en que se lo encuentre. Y fue así como el día 15/08/09, en horas de la madrugada, la Policía Federal lo detiene en la esquina de calle Corrientes y Bv. Alvear, pero no dentro de mi local, como erróneamente dice este matutino.
Lo cierto es que para agilizar el procedimiento, debido a que se labraron las actas correspondientes, los efectivos policiales entraron en mis instalaciones y concluyeron con el mismo, que minutos antes habían iniciado en la esquina mencionada.
Todos mis dichos son corroborados por los dos testigos presenciales que obran en las actas labradas oportunamente.
Me causa un agravio irreparable desde el punto de vista moral y económico, por ser un bar sumamente concurrido, lo manifestado por el matutino cuando dice: “Desde la esfera judicial Federal no se esconde la preocupación que hay en el Juzgado y la subdelegación policial en relación con la existencia del bar en cuestión, donde se han desarrollado actividades tales como la comercialización de estupefacientes y el ejercicio de la prostitución. Tal preocupación tiene especial fundamento en que tales actividades reñidas con la ley se lleven a cabo en un lugar ubicado frente a un colegio y una guardería. No podemos dejar de preguntarnos, entonces, si efectivamente queda demostrado que esto ocurre, ¿cómo el local de esparcimiento mencionado consigue la habilitación municipal?”
En primer lugar, es una falacia de vuestra parte afirmar que en mi local se comercializan estupefacientes y se ejerce la prostitución. Son afirmaciones agraviantes, injuriosas y calumniosas.
En segundo lugar, el Bar Monta es tan antiguo como los colegios ubicados al frente y gozo de habilitación municipal porque cumplo estrictamente con las ordenanzas vigentes en tal sentido.
Por todo lo manifestado y teniendo en cuenta garantías constitucionales como el derecho y respeto al honor, la intimidad y el derecho a réplica consagrado en el artículo 33 de la Constitución Nacional y en el artículo 14 del Pacto de San José de Costa Rica, requiero de este matutino que en la próxima emisión, respetando el mismo lugar de página y letra que la nota en cuestión, publique la presente carta documento a los fines de salvar el buen nombre de mi comercio, que se ha visto ninguneado por manifestaciones de este matutino sin ninguna seriedad ni conocimiento fehaciente de cómo sucedieron los hechos aquella madrugada.
Cándido Zambrano
DNI 6603499
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