“No sólo hay que hablar de calidad de vacas, sino de la calidad de vida de la gente que vive en el campo y nuestro país debería adaptarse más al sistema brasileño de tambo que al de los países del norte. Argentina es el futuro de la lechería mundial”, dijo a EL DIARIO Jorge Mourglia, periodista y fotógrafo, de Acha y de la revista Nuestro Holando, con 31 años de periodismo agropecuario, “siempre con vacas lecheras”, aclaró.
“La lechería, hoy, es un tema difícil, ya que es un negocio a largo plazo, se tiene que trabajar con mucha fe en el futuro y mucha esperanza, y debe verse reflejado en las negociaciones políticas y los precios de la leche, cosa que hoy por hoy no sucede, aunque el productor siga apostando. No es como con la agricultura, en que puede cambiarse, se cosecha todos los años. Esta actividad se transmite de generación en generación”, explicó.
“Creo que el análisis no es simple, porque si bien mucha gente se fue del sector, la producción aumentó y si bien la tendencia mundial es la desaparición de tambos, la eficientización y la tecnología ayudan a que se produzca más leche.”
Confinamiento
y espacio
“La idea del confinamiento viene de otros países, como EE.UU. y Canadá. Pero nuestro país no tiene problemas de espacio, ni se han analizado aún los graves problemas ecológicos que pueden traer los tambos en confinamiento total, y posiblemente pasen muchos años hasta que eso llegue. También tiene que ver el cambio de la frontera productiva, la presión de precios que se da, la necesidad de dejar las tierras caras (las más fértiles) para alimentos en granos y las de menor calidad granífera, donde es más factible hacer forrajes, para ganadería y lechería, pero, se debe seguir apostando a una lechería en base a pasto, que permite un muy buen precio en el mercado internacional”, explicó.
“En realidad, nuestro país, se adaptaría más al modelo brasileño, que al de los países del norte, ya que es un confinamiento a medias, y en determinadas horas del día y épocas del año de temperaturas adecuadas, las vacas salen a pastorear al campo, el sistema de confinamiento total de los países del norte y de Europa, son subsidiados, los gobiernos intervienen no sólo en los precios, sino en la organización productiva.
Creo que la Argentina es el futuro, si bien no será todo a pasto, sino con tendencia mixta de confinamiento parcial. Y para hablar de calidad de vida de las vacas, hay que hablar de la calidad de vida de la gente que vive en el campo, de la gente que si llueve tiene caminos intransitables, que no tiene médicos ni escuelas cerca; esa calidad de vida debe ir incluida en las políticas y las discusiones en torno a la vida rural”, concluyó el reconocido periodista agropecuario.
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