Tres testigos declararon ayer en la segunda audiencia del proceso oral y público que se le sigue a Luis Eduardo Manna, alias “Manita”, un joven reincidente que es juzgado por cuarta vez en los Tribunales de Villa María.
Se trata de Abel Alberto Ceballos y Filomena Eva Fernández, padres de crianza del acusado, a quien denunciaron por haberlos amenazado, y de Mauricio Abel Piva, un remisero local que trasladó a Manna hasta un domicilio de donde salió cargando una computadora, presuntamente en un hecho de robo que se procura esclarecer.
En tanto, no concurrió al Palacio de Justicia la ex esposa del imputado, Sonia Elizabeth Scavarpa, quien fue nuevamente citada para que declare durante la mañana de hoy, al igual que dos efectivos policiales que trabajaron en la investigación de algunos de los hechos que se le atribuyen al encartado.
Si comparecen los testigos citados, principalmente la ex mujer de Manna, es muy probable que el fiscal Horacio Pedro Vázquez y el defensor oficial Juan Antonio Rusconi formulen sus alegatos y posteriormente el juez Héctor Roberto Fissore dicte la sentencia correspondiente. Caso contrario, las conclusiones de las partes y el veredicto quedarán para el próximo lunes.

Complicado

Los testimonios de Ceballos y Fernández, por un lado, y de Piva, por otro, de alguna manera complicaron la situación procesal del joven villamariense, que está imputado como presunto autor de los delitos de “encubrimiento”, “robo”, “amenazas reiteradas”, “lesiones leves”, “coacción” y “desobediencia a la autoridad”.
Aunque suavizando los conceptos, los padrastros del muchacho ratificaron, cada uno a su turno, las declaraciones prestadas en la Fiscalía de Instrucción, tras radicar una denuncia en contra de “Manita” por haberlos amenazado de muerte en un típico caso de violencia familiar.
Sin embargo, la pareja remarcó que el muchacho es adicto a las drogas y precisaron que no sintieron miedo cuando los amenazó.
Piva, en tanto, confirmó que en horas de la tarde del pasado 4 de enero llevó al acusado hasta el domicilio de César Ezequiel Martínez, ubicado en San Juan 657, de donde salió cargando una computadora completa (CPU, monitor, teclado y parlantes), elementos que cargó en el coche de alquiler.
Pocos minutos después el vehículo fue interceptado por la Policía y se procedió al secuestro de dichos elementos, además de la detención de Manna.

Testigo clave

El testimonio de Sonia Scavarpa es considerado clave para establecer con certeza cómo sucedieron los hechos que la joven mujer denunció, tras haber sido amenazada, golpeada y coaccionada por su ex esposo, quien también violó una orden judicial de restricción que le impedía relacionarse con ella o molestarla, e incluso acercarse a menos de 200 metros de su casa.
Cabe señalar que tanto las amenazas proferidas contra los septuagenarios padres de crianza de Manna, como los hechos que tuvieron como víctima a su ex mujer fueron denunciados en la Mesa de Entradas de Violencia Familiar que desde el año pasado funciona en los Tribunales de calle General Paz.