Ivana Da Silva, coordinadora logística de la base local de Voluntarios Sin Fronteras (VSF), salió de paseo por el barrio Rivadavia, con su pequeña hija, una niña de apenas seis meses en sus brazos.
Al llegar a la intersección de prolongación de Alvear y Remedios de Escalada, entró en el local comercial ubicado en esa esquina. Durante algunos minutos recorrió el negocio y al ser preguntada por la dueña qué precisaba, respondió que estaba paseando.
Luego de ver todo, compró una revista y salió del local.
En ese momento, la responsable del negocio llamó al CAP, se identificó y relató que “una mujer sospechosa” estuvo en su local, describiendo a Ivana.
Señalamos que esta voluntaria es brasilera, de raza negra y habla muy poco español, lo que no le impide realizar tareas sociales en la ONG, ayudando a muchos habitantes en situación de riesgo de esta ciudad.
Antes de llegar a su domicilio, una patrulla policial la llamó, identificándola y preguntando qué estaba haciendo y demás detalles, tras lo cual dejaron que continuara su paseo.
Señalamos que los funcionarios policiales actuaron con mucha educación y respeto, como también el responsable de los mismos, comisario Martínez, que recibió a la “sospechosa” en su oficina y explicó la situación por la que actuaron.
Para nuestra ciudad es una vergüenza que personas como esta señora, desconfíen de alguien sólo por el hecho de no hablar nuestro idioma y ser “negro”.
Desde nuestra ONG esperamos que situaciones como ésta no se repitan.
Sergio A. Pindo
Coordinador VSF
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