La Justicia de Villa María dictó el sobreseimiento y ordenó la inmediata libertad de Odel Luis Marengo, un vecino de James Craik de 66 años de edad, que durante las primeras horas de la madrugada del 7 de agosto le asestó una mortal puñalada al ex policía Edelmiro Desiderio Viano, de 65, a la salida de un conocido “boliche” de aquella localidad.
A requerimiento del propio fiscal que instruyó la causa, Gustavo Atienza, el juez de Control subrogante, Arturo Ferreyra, sobreseyó a Marengo tras considerar que obró en legítima defensa de su vida luego de ser violentamente agredido a golpes por Viano, quien cumplía tareas como guardia de seguridad privada.
El sexagenario estaba imputado como presunto autor del delito de “homicidio simple” y se encontraba detenido desde poco después de ocurrido el hecho de sangre, registrado en el bar de Combina, ubicado en la esquina de las calles San Pablo e Independencia de James Craik, donde había estado bebiendo con un grupo de amigos.
Si bien la noticia se conoció en la víspera, Marengo recuperó la libertad en horas de la mañana del martes, luego que el juez Ferreyra confirmara el sobreseimiento solicitado el jueves de la semana pasada por el fiscal Atienza, previo pedido de la defensora del acusado, la abogada craikense María Cristina Valles.
En rigor de verdad, el sobreseimiento era una alternativa jurídica altamente probable, toda vez que la mayoría de los testigos que declararon en la causa coincidieron en señalar que, previo a recibir la puñalada mortal, Viano golpeó violenta y reiteradamente a Marengo.
También destacaron que entre ambos hombres había un problema personal de vieja data.
Lo cierto es que aquella madrugada (era alrededor de la una de la madrugada), ambos individuos iniciaron una discusión que fue subiendo de tono y no tardó en pasar de la violencia verbal a la agresión física.
El ex policía sacó a relucir una cachiporra. Su adversario, para no ser menos, esgrimió una cuchilla. También hubo un disparo y una gran cantidad de testigos.
Viano, quien por su trabajo tenía autorización para portar armas, golpeó en la cabeza a Marengo con un palo similar a los que utiliza la Policía, provocándole importantes heridas. Y éste le asestó al menos una puñalada en la región abdominal, con una cuchilla de carnicero.
“Si Marengo no se defiende, Viano lo mata a palazos. Quedó desfigurado. Viano lo golpeó reiteradamente, aún habiendo dominado la situación. Fue Viano quien atacó primero. Insisto: si Marengo no se defiende, lo mata”, dijo poco después del hecho la abogada Valles, anticipando que, a su criterio, se trataba de un evidente caso de legítima defensa.
Y no se equivocó. El pasado martes, apenas 39 días después del sangriento y trágico episodio, la Justicia le dio la razón y su cliente recuperó la libertad.