Escribe Juan José Coronell
especial para EL DIARIO
Circulando por la ruta provincial 4 (Villa Nueva, Sanabria, Ausonia...) hasta La Carlota y luego pasando por Manantiales y Asumpta, llegaremos a destino de este domingo: Viamonte. Un recorrido de unos 160 kilómetros más que justificados, para conocer uno de los tantos pueblos del sur provincial, que justamente espera ser descubierto, conocido y visitado.
Un poblado típico de esa región en la que se funden los departamentos Unión, Juárez Celman y Sáenz Peña.
La historia cuenta que esa tierra fue dominada por mucho tiempo por las tribus ranqueles y pampas, hasta que la sangrienta Campaña del Desierto al mando de Roca, allá por 1879 prácticamente las exterminó. Con la falta de los mencionados pueblos originarios, las tierras pasaron a manos privadas, más precisamente de una empresa que promocionaba la colonización y la venta de grandes y pequeñas extensiones.
Para 1896 los primeros inmigrantes no tardaron en llegar. El motivo fue que desde Rufino hasta La Carlota se extendió un tramo del Ferrocarril Buenos Aires, comenzando a poblar lo que en un principio se llamó Estación Viamonte, para que más tarde, en 1906, se comenzara a llamar tal como se lo conoce hoy en día.
El último repaso histórico tiene como protagonista a Hipólito Yrigoyen, quien en 1902 compró tierras que hoy en día pertenecen a una estancia denominada El Camoatí. A un sobrino le fueron donadas y terminaron en manos de Marcelino Dopico, quien fue el promotor de la construcción de la plaza, el cementerio y la iglesia.
Sus lugares
Inaugurada en 1935, más precisamente el 27 de octubre, la Capilla Nuestra Señora de la Asunción posee una imagen de su Patrona que data de 1913 y a la cual cada 15 de agosto se le realizan ofrendas por las calles del pueblo.
En el Hotel Español se distingue el esplendor de los años ‘20, década en que fue construido por una de las familias típicas del lugar y cuyo funcionamiento se dio hasta 1970.
Por otro lado las tardes en la plaza General San Martín son recomendables para quienes quieran tener un contacto con la tranquilidad y las paz que puede transmitir una historia de 109 años.
Además, Viamonte cuenta con su Casa de la Cultura, que tiene apenas cinco años y donde se dan cita artesanos y artistas de la localidad y de la región con sus trabajos.
Pasión de multitudes
Los que se dedican a la pesca, no dejan de admitir que es una actividad que genera pasión. Para ellos Viamonte es un destino ideal en donde alimentar ese sentimiento. Así, se nos presenta la laguna La Salada, que es el punto más visitado.
Es alimentada por el río Popopis, que nace en San Luis y cruza por el sur de Córdoba hasta convertirse en los bañados de La Amarga. Desde allí se extienden hacia Viamonte, donde dan origen a las lagunas Santana y La Salada o Las Salinas, la más grande.
En el bañado de Viamonte abundan carpas, bagres y pejerreyes y su temporada de pesca es anual, pero sobresale en épocas de heladas, las cuales son más frecuentes en junio y julio, y las más flojas de agosto a octubre.
Se encuentra seis kilómetros al noroeste de la localidad y tiene una superficie de 900 hectáreas, convirtiéndose así en una de las maravillas de esta pequeña localidad que puede ser una posibilidad de viaje en cualquier momento del año.
Municipalidad de Viamonte,
teléfono: (03463) 498076
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