“El estudio de los distintos minerales que deben consumir y sus carencias, hicieron ver una separación entre el diagnóstico clínico y lo que se encontraba en los animales, viendo que lo subclínico no se alcanza a ver y trae consecuencias negativas para el animal, tanto para las gestaciones como para las preñeces y buen estado post parto para las hembras, como en la demora en aumentar de peso en los machos”, argumentó el doctor Carlos Farina al explayarse sobre mineralización en hacienda vacuna.
“Si bien, en años anteriores, buscando soluciones se generaban problemas, ya que en general se suministraba calcio solamente sin tener en cuenta las otras carencias minerales, hoy existe otra realidad”, indicó.
“En la actualidad se tiene claro que los minerales no son el único problema que tienen las vacas. Hay que saber que los minerales son nutrientes que en pequeñas dosis diarias intervienen en la eficiencia productiva del ganado”, explicó el profesional.
“Al formar los minerales parte de las enzimas, son tan indispensables como la levadura al pan”, sostuvo el profesional.
Según el especialista, se clasifican en tres grupos: “La deficiencia de minerales resiente el sistema inmunológico, lo que hace que las mastitis, brucelosis, problemas respiratorios, tengan más posibilidades de afectar a los animales con carencia en minerales”.
“No es fácil de detectar y diagnosticar, sin análisis de sangre, la presencia o ausencia de minerales. Si bien hay características como pelo “abayado” o detención en aumento de peso, los análisis de sangre en tiempo y forma, pueden ser la mejor manera de detectar los niveles de minerales en cada animal”, dijo Farina.
“Es importante analizar el momento de realizar la extracción especialmente en vacas preñadas, en etapa de pre parto. Cuando están sin producir leche, es importante dosificar el calcio, lo mismo que en la etapa post parto, en calcio y fósforo”.
Como tercer punto destacó: “Menos problemas a campo, pero controlando el agua: si bien los rodeos a campo suelen presentar muchos menos problemas que los de pesebre, hay que analizar las aguas de todas las perforaciones que alimenten las aguadas, ya que el exceso de sulfato en agua, genera deficiencia de cobre y progesterona, lo que daña la fertilización y gestación”.
“En pesebre, hay más posibilidades de desequilibrio nutricional, por lo que se hace indispensable saber qué y cuánto come y toma cada vaca”, culminó expresando el entrevistado.

@ ”No es un tema lineal”

“Para la alimentación animal, las prioridades son: alimentación-suplementación oral. Y por último, suplementación inyectable. No se deben desatender los niveles de minerales, ya que son los que permiten desarrollar la capacidad inmunológica de los animales y la recepción y eficiencia de vacunas aplicadas”, siguió refiriendo el disertante de la MIL.
“En hembras, es preferible tratarlas cuando no está produciendo leche, y en machos, depende de la explotación y condiciones de cada rodeo, conociendo que los terneros son más sensibles a la falta de cobre”, acotó el experto consultado por este medio.
“En la actualidad, han salido al mercado calcios mineralizados, y minerales específicos para cada caso, lo que es interesante tener en cuenta a la hora de nivelar”, concluyó.