A través de una serie de charlas promovidas por el INTA, la jornada de ayer se caracterizó por la posibilidad de elaborar la materia prima para generar más ingresos y fuentes de trabajo. La experiencia brasileña sustentada en el desarrollo cooperativo, un modelo a seguir.
Cada tonelada de soja permite al productor ganar 500 dólares. Si se agrega valor, esa cifra treparía de 3 mil a 4 mil dólares, según el producto que se exporte. Esa es la primera ventaja económica de la cadena, pero también hay que contar una segunda ventaja que es seguramente la más importante para el desarrollo nacional: agregar valor significa crear fuentes de empleo y en consecuencia, distribuir la riqueza.
Hay una tercera ventaja que dará beneficios a largo plazo que, dicho así, parece un término económico pero que sin embargo representa seguridad y salud para nuestros hijos y nietos. Nos referimos al aspecto ecológico, dado que todos los proyectos promueven mejoras en el ecosistema, generando energía y aprovechando desechos.
Ese fue el tema central de las charlas técnicas que se brindaron en la tercera jornada de AgroActiva. Con experiencias concretas de granjeros de países vecinos y trabajos de productores asociados en el país.
En esta nota, relatamos los casos de un productor brasileño cooperativizado que generó energía a partir de los efluentes de los porcinos y el de productores de Oncativo asociados que a partir de la soja, producen pellets, aceites y harina para consumo humano.

@ Efluentes: problema o solución

Ian Jasés es agricultor y un importante criador de cerdos de Brasil. Tiene 850 madres y 650 hectáreas. En “la granja”, como califica Jasés en un portugués comprensible para los argentinos, desarrolló una iniciativa que todavía no tiene precedentes en nuestro país: un biodigestor, que convierte los efluentes en energía y fertilizantes.
“Pensamos que los efluentes del criadero, que son contaminantes, tienen elementos como el fósforo y el nitrógeno que debemos comprar para fertilizar la tierra y así mejorar el rendimiento de la agricultura. Es así que decidimos convertir el problema en solución y compramos hace cuatro años el biodigestor. Hoy, ya amortizamos la inversión”, indicó.
El efluente se convierte en fertilizante y además, permite que se genere energía propia, lo que se conoce como biogas. El biogas que genera Jasés en su campo otorga calefacción y electricidad a las 16 familias que viven en el lugar y además, es utilizado para todos los motores que utiliza en la producción.
Es muy significativa la generación de energía que le sobraba. Es así que comenzó con otro emprendimiento que requiere calefacción permanente, una champignonera.
“En Brasil la energía es más cara, por lo que nos significó un ahorro importante que permitió amortizar la inversión en cuatro años”, reseñó.
Como Jasés forma parte del movimiento cooperativo de Brasil, está trabajando con otros productores para socializar la iniciativa.
Proyectan construir un gasoducto para que circule el biogas generado por otros hombres de campo asociados que en lugar de tirar los desechos del criadero de cerdos, utilizarían ese material para la generación de energía.
En Argentina, el tema de los efluentes sigue siendo un problema. Para contarlo, estaba Claudio Bartoloni, titular de la firma Don Ramón, conocida por sus chacinados.
Bartoloni tiene en Oncativo un criadero de 250 madres y es uno de los hombres que decidió agregar valor a su producción.
“Nosotros tenemos una cadena agroalimentaria que comienza con la agricultura de la que obtenemos el alimento para los cerdos. Continúa con la faena y la elaboración de chacinados”, explicó.
Los efluentes son en Argentina “todavía un problema”, pero Bartoloni está decidido a ser pionero en la generación de biogas.
“Estamos apoyados por el INTA en la etapa de evaluación del proyecto y cuando esté todo, vamos a hacerlo”, indicó.
Todavía no tiene decidido cómo lo realizarán pero empezaron a caminar. Lo primero fue conocer la experiencia de Brasil, averiguar cómo se adapta a los distintos climas y a las diferentes producciones. Estima que deberá invertir 150 mil dólares para concretarlo y está decidido. “Es económico y ecológico, porque los efluentes no sólo dan mal olor, sino que contaminan las napas”, aseguró.

@ El valor de la soja

Un grupo de productores de Oncativo decidió asociarse para formar Soja Cor, una empresa que procesa la oleaginosa para transformarla en tres productos: pellets para alimento animal, aceite de primera prensa y harina microionizada para consumo humano.
El proceso es mecánico y no utiliza agentes químicos, lo que garantiza la seguridad del alimento para animales de alto valor proteico.
Víctor Gasparini, gerente de Soja Cor, explicó que hoy, desde Oncativo, surgió la primera empresa que agrega valor a la materia prima en su lugar de origen.

@ El panel

En la primera charla de ayer sobre el tema de agregado de valor de la materia prima en el lugar de origen participaron además de Gasparini y Jasés, el secretario de Ganadería de la provincia, Héctor Fontán; Leandro Jiménez, de la Fundación ABC de Brasil; José Luis Spotón, de la Cooperativa Agrícola de Avellaneda; Miguel del Bo, vicepresidente de la Cámara de Biocombustibles y Alimentos y Oreste y Agustín Gaido, productores de la provincia de Córdoba.
Todos relataron su experiencia y desde la visión oficial, Fontán aseguró que la provincia está trabajando con el Banco Nación y Garantizar para que los productores que quieran invertir en valor agregado, obtengan un crédito a tasa fija y en pesos del 11%. “En este tiempo es un crédito muy favorable”, indicó.
“Pero lo más importante es que llegamos a la conclusión de que es estratégico para Argentina que los productores, de manera organizada y asociados, participen en el agregado de valor que permitirá una mejor distribución de riqueza a través de la creación de fuentes de trabajo”, concluyó el funcionario.
Todo el trabajo de ayer estuvo coordinado por el INTA, que además brindó charlas sobre el mismo tema pero aplicados a otras producciones, como la cría de pollos.
El prestigioso instituto está abocado en esta etapa al desarrollo de estas alternativas que de aplicarse, pueden llegar a transformar el mapa económico y social del interior del país.