"De promulgarse la Ley de Servicios de Comunicaciones Audiovisuales se vendrá una verdadera revolución cultural", expresó eufórico el secretario de Cultura Jorge Coscia, en el plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
Durante las jornadas realizadas en el Hotel Howard Johnson (ver aparte), Coscia fundamentó su explícito posicionamiento: "Vamos a pasar de tener el 90% de los medios hegemonizados por cinco dueños a una distribución de producciones públicas y privadas. Pasaremos del patrimonio de unos pocos al patrimonio de todos".
En el mismo tenor avanzó: "Se crearán mayores oportunidades laborales, para los trabajadores y para estudiantes de comunicación, incluso para aquellos que se oponen a la ley. Porque actualmente cuando echan a un periodista le quedan sólo otros cuatro grupos hegemónicos donde trabajar. Con la ley las opciones se amplían". Respecto a la sospecha de apropiación de medios por parte del Gobierno, Coscia señaló: "Las acusaciones son falsas porque primero los gobiernos se plebiscitan cada dos años. Segundo, se habla de canales públicos no del Gobierno, como el Canal Encuentro que en ningún momento acusa una tendencia en ese sentido. En más, el Canal 7 en pleno debate de la Resolución 125, no se transformó en herramienta del Gobierno y decidió seguir con su programación habitual".
Acerca de los contenidos, indicó: "Estamos viviendo una era de la berretización y de la boludes. Y los contenidos son elegidos por la connivencia entre los grupos económicos y los productores de esos contenidos. ¿Qué puede elegir un chico si lo que ve en cinco canales es casi lo mismo? Además, este régimen de porcentaje a la producción nacional fue implantado por Inglaterra, Canadá y Francia". En el mismo sentido subrayó: "Las cadenas radiales son las enemigas de las identidades locales".
En forma de conclusión, el secretario reflexionó: "Los argentinos no conocemos la libertad de expresión genuina. Vivimos en la bruma y todavía no sabemos cómo es vivir sin ella. Como hace poco no sabíamos lo que era ver fútbol sin pagar".
Proyectos. Coscia adelantó la creación de un canal nacional de cultura, de entes autónomos, los institutos nacionales del libro y de la música y el impulso de una ley federal de cultura. Además, en el marco del CIN, se firmó un convenio marco para la difusión de productos culturales universitarios por los canales y espacios de la Secretaría.
Acerca de su antecesor, José Nun, Coscia criticó la visión "centrífuga" y "jesuítica" de los programas nacionales, donde los artistas porteños "bajaban" hacia el interior del país. "Debe tener un real perfil federal", añadió.

Dibbern: “El presupuesto universitario está a la altura de los países desarrollados”

Por otra parte, el secretario de Políticas Universitarias de la Nación Alberto Dibbern dialogó con los medios locales sobre la actualidad y las perspectivas de la educación superior.
En principio señaló que la anhelada Ley de Educación Superior se sancionaría en el marco del Bicentenario (2010) gracias a acuerdos y consensos con el CIN, los gremios docentes y las comisiones legislativas. "El espíritu será que la educación se reconozca como bien público no transable, inclusión social y con parámetros de calidad. Pero para ello tenemos que crear alternativas útiles de formación", señaló.
Acerca del presupuesto universitario subrayó con entusiasmo que "corresponde al 1% del PBI (cerca de 10.500 millones de pesos), es decir que se halla en los valores de los países desarrollados. Desde mediados de 2000 el monto ha ascendido en 450% y la cobertura en ese aspecto para los jóvenes se encuentra en el segundo lugar después de Cuba. Por supuesto que un gran porcentaje de esa cifra fue destinado a hacer dignos los salarios docentes, quienes han conseguido varias conquistas como un régimen especial de jubilación". Acerca de los niveles de deserción universitaria, aclaró que "al ser un sistema de puertas abiertas no se puede comparar con países con sistemas de cupos limitados. De todos modos, el nivel actual -60%- responde a problemáticas como las condiciones socioeconómicas, las falencias en la articulación con el secundario, la migración de carreras y hasta el no acompañamiento en la orientación vocacional. También es cierto que el estudiante debe entender que el estudio no es un pasatiempo, sino que amerita esfuerzo".