Escribe: Jesús Chirino El 25 de julio del año 1973, el Honorable Concejo Deliberante de Villa María, presidido por Rogelio Sánchez, aprobó la ordenanza 1401, luego promulgada mediante el decreto 53 "A" con la firma del intendente municipal Carlos Emilio Pizzorno. El primer artículo de esa norma nombró "General Juan José Valle", a la calle de esta ciudad que "partiendo del puente P. J. B. Alberdi, llega en su extremo norte a calle San Luis". De esta manera el Gobierno elegido por el voto popular emitido en el acto electoral de marzo de 1973 -y que asumiera en mayo de ese año- rendía honores a quien liderara, junto al general Raúl Tanco, la insurrección del 9 de junio de 1956. El 9 de junio de 1956 Luego de derrocar, en setiembre de 1955, al Gobierno nacional de Juan Domingo Perón, los jefes del Ejército Argentino fueron pasando a retiro a los oficiales que ante la realidad del golpe de Estado se manifestaron leales al Gobierno constitucional. A principio de 1956, algunos de esos hombres junto a un grupo de suboficiales y militares peronistas empezaron a conspirar contra el Gobierno militar. La noche del 9 de junio se produjo el movimiento liderado por los mencionados Valle y Tanco. La acción rebelde fracasó. El Gobierno militar, a cargo de Pedro Eugenio Aramburu, estaba al tanto de la conspiración y sin embargo dejó que la misma se desarrollara. Desde el exilio, Juan Perón, el 12 de junio, en correspondencia privada a Cooke, manifestó reparos ante el movimiento aunque luego recibió a Tanco en Caracas manteniendo buena relación con éste y otros militares que participaron de las acciones del 9 de junio. Quizás influyó en las primeras apreciaciones de Perón el hecho de que si bien el movimiento prometía elecciones inmediatas y sin exclusiones, no se proclamó abiertamente peronista ni postulaba el regreso de Perón. Aunque los sublevados sí se expresaron contra la dictadura y el decreto-ley 4161, del 5 de marzo de 1956, denominado "ley mordaza" que impedía referirse en público a cualquier cosa relacionada con el peronismo. A las 2,30 horas del día 10, el secretario del contraalmirante Isaac Rojas, capitán Rivolta, anunció oficialmente que la insurrección había fracasado. Luego se desarrolló la tragedia de los fusilamientos, entre ellos los de José León Zuárez que Rodolfo Walsh narró con maestría en "Operación Masacre". Un militar Juan José Valle no fue detenido, se enteró del fusilamiento de sus camaradas y consideró un deber moral presentarse ante las autoridades para asumir su responsabilidad. El 12 de junio, a las 14 horas, ingresó al Regimiento 1º de Infantería en Palermo, luego lo llevaron a la penitenciaría. Recién al anochecer pudo despedirse de su hija Susana, de 18 años de edad, poco tiempo después lo fusilaron. Antes que se produjera su asesinato, Valle escribió algunas cartas, entre ellas una dirigida al general Aramburu que usurpaba el cargo de presidente de la Nación. Allí , entre otras cuestiones dice: "…Dentro de pocas horas, usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado. Debo a mi Patria la declaración fidedigna de los acontecimientos. Declaro que un grupo de marinos y militares movidos por ustedes mismos son los únicos responsables de lo acaecido. Para liquidar opositores les pareció digno inducirnos al levantamiento y sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia o perversidad para adivinar la treta". Más adelante agregó "Con fusilarme a mí bastaba. Pero no, ha querido usted escarmentar el pueblo." Años después Issac Rojas declararía que "los acontecimientos del 9 al 12 de junio de 1956 eran muy necesarios". Desarticulado el movimiento, "Noticias Gráficas" en su tapa tituló "Fue aplastada la intentona perturbadora", en sus notas repetía imágenes de Aramburu y Rojas. En página interna la negras letras de molde titularon "Ha sido un movimiento de peronistas y neoperonistas, expresó Aramburu". Por otra parte, el 13 de junio "La prensa" en uno de sus titulares decía "Fue detenido y fusilado el jefe de la sedición". Las autoridades de la ciudad de Villa María, en 1973, decidieron rendirle homenaje a Valle. Teniendo ese nombre la calle que sube y baja del puente, por necesidades viales o tal vez porque la valentía del general merecía mucha más calle, fue ensanchada. En el mismo año se dictó la ordenanza 1404 por la cual el Poder Ejecutivo local quedaba facultado para proceder "…al ensanche de 3 metros , de la calle General Juan José Valle en sus costado noreste, tomando una franja de terreno de la Plazoleta que limita con la misma en el costado sudoeste por todo su largo" donde tiempo después se erigiría una réplica de la copa ganada en el mundial del fútbol de 1978. Años después de aquel homenaje vendría la dictadura que practicó la "desaparición" de personas. Eso militares que tomaron el poder en 1976 no eran de la misma estirpe que Valle, en complicidad con los civiles que los acompañaron en larga noche de terror que fue la dictadura le sacaron el nombre a la calle "General Juan José Valle". Los integrantes de la dictadura que robó, torturó, mató y se apropió de niños no podían admitir que allí se rindiera honor al general que quiso devolverle el poder al pueblo y reinstaurar la vigencia de la Constitución Nacional.
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