Un singular acontecimiento tuvo lugar ayer por la mañana en la zona rural de Las Mojarras.
A través de una acción de la Secretaría de Ambiente de la provincia -previo acuerdo con la familia Destéfani- se realizó la suelta desde su establecimiento de aves que habían sido secuestradas en cautiverio.
El lugar, donde se mantiene la forestación nativa fue considerado hábitat ideal para las aves liberadas, por parte de los biólogos Conrado Juan “Tito” Rosacher y Daniel Cabido. Ambos manifestaron que los ejemplares ya estaban en condiciones de reinsertarse al ambiente y cuentan con la certificación sanitaria correspondiente.
El encuentro estuvo motivado por dos iniciativas de la Secretaría de Ambiente: la suelta de aves (que forma parte del Programa de Liberación de Fauna Silvestre) y la declaración de Espacio de Reserva Privada Protegida otorgada a la propiedad de los Destéfani.
“Que sea declarada área protegida, no significa vulnerar ningún derecho a la propiedad”, aclaró el titular del organismo provincial, el villamariense Raúl Costa.
El funcionario, quien estuvo en el lugar acompañado por el legislador provincial y villanovense Marcelo Frossasco, indicó que “la declaración significa ni más ni menos que esa propiedad está protegida contra todo tipo de depredación”, para agregar que “el objetivo por el que trabajamos es seguir sumando en este gran cordón regional hectáreas en las que esté, de manera permanente, prohibido cazar, entrampar y talar árboles”.
“Este es un gran paso: la suma de más de nueve vecinos en la zona de Las Mojarras, que respondiendo a la iniciativa del joven agrónomo Marcos Destéfani, hayan pedido pertenecer al grupo de Reserva Protegida, nos alienta para que repique y se haga en toda la provincia”, agregó.
Cualquier propietario lo puede solicitar, comunicándose con Ambiente o con los propios vecinos, y formar entre todos un cerco que cuide el ambiente de hoy y el de mañana.
La cuestión ambiental no pasa por la belleza o el paisaje, pasa por la vida: el envenenamiento con los agroquímicos y la baja calidad del aire que respiramos, nos llega a todos; los de arriba, los de abajo, y por eso hay que trabajar apuntando a un cambio de actitud, que afortunadamente, de manera paulatina, va dándose en toda la provincia, sostuvo el biólogo Rosacher.

s Los “liberados”

4 Cinco patos picazos: especie que habita todos los espacios acuáticos de Córdoba, bañados, lagunas, etcétera.
4 Tres águilas escudadas o águilas moras: esta especie habita toda la provincia de Córdoba, tanto en la llanura como en las sierras. Es una especie que utiliza grandes territorios de vida, para capturar sus presas (cuices, ratones, aves terrícolas, entre otras). Esta especie tiene dos razas en Argentina, la raza del centro del país que nidifica en Córdoba y otra la del sur que migra en marzo hasta la zona central y que en setiembre vuelve a la Patagonia.
4 Un carancho: especie de amplia distribución en Córdoba y Argentina. Ave carroñera que también captura presas de todo tipo y suele capturar presas en grupos.
4 Una lechucita de las vizcacheras: ave nocturna que habita en todo el territorio provincial. Captura insectos y pequeños roedores.
4 Seis chimangos: ave rapaz de amplia distribución en Córdoba. Es un ave carroñera (que come desperdicios) y que eventualmente captura pequeños roedores y pequeños reptiles.
4 Tres patos barcinos: especie de amplia distribución en la provincia. Todos los ambientes acuáticos.
4 Un sirirí pampa: especie típica de los ambientes acuáticos del este de Córdoba.
4 Cinco patos maiceros: especie típica de todo ambiente acuático de nuestra provincia preferentemente en el este.
4 Un pato de collar: especie escasamente vista en Córdoba y típica de nuestros ambientes acuáticos del este.
4 Un pepitero de collar: ave típica de nuestros bosques del Chaco, Chaco serrano y bosques de espinal.


Vilma Perracchione


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