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Letal. El frentazo de Figueroa tiene destino de red. Así fue el único gol que tuvo el partido en Plaza Ocampo |
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Escribe: Juan Manuel Gorno
La larga ansiedad que se manejaba en la previa del debut se apagó con un triunfo.
Alumni comenzó ganando, que no es poco, y esa noticia ya genera otras sensaciones y alimenta la confianza, aunque en 90 minutos y monedas se puedan resaltar o criticar su modo de jugar contra Talleres de Perico, a quien venció 1 a 0 en esta primera fecha del Argentino A.
Fue una victoria justa, sin discusiones, aunque así como el equipo villamariense pudo haber aumentado el marcador, el jujeño también orilló el empate dentro de un partido sin brillos, que tuvo lucha sin malas intenciones.
La mejor versión del equipo de Mauricio Magistretti se vio en pasajes del primer tiempo, cuando merodeó seguido el área rival y tuvo la grata actitud de jugar en base a movilidad constante, toques seguros y aprovechamiento de los espacios. Por eso rápidamente Talleres debió apelar a las infracciones para cortar el juego antes que la pelota llegara al arco defendido por Gustavo Coronel. Sin embargo, en una de esas jugadas con pelotas detenidas, Alumni llegó al gol porque tuvo la presencia intimidante de José Figueroa, el jujeño que llegó para lastimar al equipo de su provincia, metiendo el frentazo cruzado luego de ganar en el área tras un tiro libre.
Esa conquista dejó un sabor dulce en la gente, que observaba desde las tribunas a un equipo con voracidad, dispuesto a tomar riesgos para buscar esos tres puntos vitales que sirven como oro en cada inicio de campeonato.
La presión y el manejo pulcro de los volantes centrales (Fernando Guzmán y Ariel Quiroga), las ganas de Matías Bolatti y el empuje del resto daban crédito en un juego donde Talleres parecía estar incómodo. Y en ese contexto, se olfateaba otro gol fortinero en el ambiente, a punto tal que Bolatti estuvo dos veces cerca del festejo, una con un tiro libre que desvió Coronel, volando para la foto.
@Otra cara
Claro que no todo fue color de rosa para el equipo de Magistretti. A esa presión le faltó profundidad por los extremos, ya que ni Carlos Arias ni Emiliano Pérez pudieron progresar en ataque con la frecuencia que se esperaba. Apenas una vez el ex delantero de Sportivo Belgrano llegó hasta el fondo con peligro y mandó un centro, a los 43 minutos, pero Víctor Rena concretó mal, cabeceando desviado por el segundo palo.
Talleres, en realidad, tuvo casi siempre controlado esas franjas y emparejó el trámite cuando presionó mejor en el medio. No obstante, lo mejor del elenco jujeño fue el arranque del complemento, tal vez luego de un lavado de cabeza terrible que hizo el técnico Eduardo Juárez.
En contrapartida, Alumni salió dormido en esa etapa y se vio superado por una ráfaga de situaciones.
Al minuto nomás, Rubén González tiró cruzado y fuera del arco cuando quedaba cara a cara con Julio Chiarini, y antes de los diez hubo un par de ocasiones más que no llegaron al gol porque el asistente marcó dos posiciones adelantadas que recibieron la protesta jujeña.
Tras ese sofocón, Alumni equilibró el partido y estuvo cerca de festejar por otro defensor, en este caso Nahuel Caler, quien metió el frentazo tras un tiro de esquina y la pelota se fue por encima del travesaño. Mientras, Magistretti ideaba las modificaciones que provocaran una reacción en el juego, ya que más allá de alguna acción de riesgo, el equipo había perdido esa propuesta de toques y rotación que entusiasmaba en el inicio del encuentro.
Entonces Alexander Lucero entró para jugar de enlace y Bolatti pasó a ocupar el puesto del saliente Pérez. Más tarde ingresó Sebastián Godoy para ser volante por derecha y, por último, Bolatti fue a ese sector, el ex Independiente “se paró de Guzmán” (este salió con una contractura) y tuvo sus minutos Matías Fernández, vital para tener la pelota.
Pero más allá de las variantes, lo que se resaltó fue el orden defensivo y, en ese sentido, cualquier intento de Talleres fue en vano. De hecho, Alumni estuvo a punto de liquidarlo de contragolpe, pero un remate de Rena se fue muy alto, a los 47 minutos.
Figueroa y compañía controlaron el fondo hasta el final, por eso el equipo pudo festejar que los tres puntos quedaron en casa, como tantas veces se soñó en estos dos meses de trabajo previo al certamen, así como desde mañana se soñarán más alegrías.
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