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Raúl Rizzo y Juan Palomino interpretaron la pieza histórica ante una sala casi llena |
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Con dos destacados actores y una austera ambientación, se montó el jueves por la noche la obra histórica "La tentación", de Pacho O´Donnell, en un Teatro Verdi casi colmado. La pieza, dirigida por Santiago Doria y estrenada originalmente el 9 de julio de 2007, plasma un diálogo imaginario entre el gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego (Juan Palomino) y el lord Ponsomby (Raúl Rizzo), embajador del imperio británico, en los años 1820. El emisario inglés desea tentar/sobornar al mandatario bonaerense para que permita la incorporación de la Banda Oriental al Brasil mientras que Dorrego espera la llegada de Juan Lavalle a la capital, convencido de que estará de su lado a la hora de resistir ante el poderío vernáculo. Dorrego finalmente es fusilado por ese ejército que viene entrando a sus pagos, traicionado por Lavalle. Ayer por la mañana, en el Hotel Howard Johnson y a modo de conferencia de prensa, los actores recibieron a los medios locales para explayarse sobre una obra que arribara a nuestra ciudad en el marco de la Feria del Libro. "La obra permite la posibilidad de pensar en la construcción de un país para todos o por un país para unos pocos", indicó Palomino. Palomino encara a Dorrego, un referente que "la historia lo ha dejado de lado tanto como con Castelli y Monteagudo. Dorrego ha tenido un pensamiento republicano, americanista, federal, atento a las clases más desposeídas, como los indios, los mulatos y los esclavos y fue asesinado por el poder". "Esa muerte -añade- es el eje bisagra en nuestra historia porque comienza la lucha entre unitarios y federales, cuya diferencia todavía persiste y que no permite desarrollar un país más equitativo." De voces y monopolios Consultado sobre la nueva Ley de Medios, Raúl Rizzo se manifestó abiertamente a favor del proyecto impulsado por el oficialismo. "Este (por ayer) es un día muy importante porque es el cierre legislativo de una ley que remplazará a la de la dictadura por una propia de la democracia. Es una ley que ha generado debates y posturas, pero a la vez ha ayudado a blanquear los intereses del país. De un lado están los grandes monopolios que se sienten afectados y del otro lado está la posibilidad de democratizar la información." Con el mismo tenor señaló: "No quiero que otros me cuenten que piensan las ONGs, los movimientos sindicales, los pueblos originarios, sino que ellos mismos expresen su opinión y con la nueva ley lo van a poder hacer". "La ley permitirá una diversidad de voces, para que los ciudadanos puedan hacer una síntesis oportuna y dar una opinión mucho más elevada y más comprometida. El pueblo tiene una pobreza de opinión y de análisis muy grande." Retenciones y escrache. En noviembre del año pasado, los actores fueron escrachados por ruralistas en medio de la obra en la localidad de Firmat. El repudio encolerizado había emergido luego de declaraciones de los artistas que no coincidían con la posición del campo. "En ese sentido, dejamos de ser un país cínico. Podemos decir que no todos piensan lo mismo, sobre todo cuando se tocan grandes intereses." Por último, ambos señalaron el parentesco americanista de Dorrego con la actualidad de Chávez y la integración de los países como Bolivia y Ecuador.
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