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Apretado. Román Villagra busca maniobrar con la pelota mientras los presiona Franco Miranda, que debutó en el "Expreso Rojo" |
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Escribe: Juan Pablo Morre
Sin jugar para nada bien, pero con la efectividad necesaria para marcar en chances aisladas, Rivadavia volvió a tener una tarde victoriosa al vencer por 3-1 a Central Argentino, que prácticamente siempre estuvo en desventaja, tanto en el marcador como en el campo de juego.
De esta manera, mientras el local se mostró muy molesto por la decisiones arbitrales, el “verde” sacó ventaja por la sapiencia de Berterame para encontrar los espacios dentro del área y por un remate endiablado al área de Gudiño que se coló en el arco defendido por Garetto, a pocos minutos de comenzado el encuentro.
Más allá de eso, el partido no mostró otros puntos fuertes, a excepción de la buena predisposición de Central Argentino para salir al frente, pese a todas las complicaciones presentadas, como las expulsiones y la rápida desventaja en el marcador.
En tanto, el “verde” mostró un débil funcionamiento de juego, desventajas en la faz defensiva y con acciones individualistas que no prosperaron. En resumen, pareció conformarse con el gol tempranero y recién justificó la ventaja con las dos apariciones de Berterame.
A los cuatro minutos, un tiro libre de Gudiño provocó que la pelota cruzará todo el área sin encontrar oposición y Garetto, de floja respuesta, debió ver cómo la pelota se incrustó en el área.
Todo se complicó más para el local cuando a los 17 minutos Gobbato se fue expulsado (supuestamente porque el delantero habló de más, algo que el mismo negó) por el árbitro Marcelo Gómez tras consecutivas amonestaciones.
Desde allí, el partido tuvo pocas luces. Mientras la visita, con Delfino como abanderado, buscó jugar claro por la izquierda de su ataque y logró llegar un par de veces al arco de Novaretti pero sin la terminación requerida, la visita reflejó errores para mover la pelota y pocas ideas para generar sobre Garetto.
En el complemento, el trámite no varió en demasía pero esta vez el local encontró ventajas por el sector derecho de su ataque, con Casas desnivelando cada vez que se lo propuso, mientras el “verde” continuaba con un juego confuso y conformista.
Sin embargo, a los 15 minutos, Orellana se fue a la duchas tras la roja directa de Gómez entendiendo que el defensor del “rojo” agredió a Serda en un encontronazo por la pelota, en otra decisión que enardeció los ánimos del local, que ya a esa altura mostró su máxima disconformidad con el referí.
Pese a que en el juego no había diferencias, debido a la nueva expulsión y por el incesante despliegue de los jugadores de Central Argentino, Rivadavia prácticamente cerró el triunfo a su favor, aun más cuando aumentó diferencias porque Berterame aprovechó un rebote de Garetto.
No obstante, Casas, en una nueva escapada por la derecha, logró el descuento y animó al local, que igual se desvaneció con el nuevo gol del “Puli”, tras un centro del ingresado Echegaray, que sacó provecho tras una errónea salida del fondo local.
Con el 3-1 el partido no contó con más hechos sobresalientes, salvo algunas llegadas de ambos elencos. Al final, el cuestionado Marcelo Gómez decretó el final, generando la alegría del “verde” cabralense (por el triunfo, no por lo que jugó) y la bronca generalizada de Central Argentino por su actuación.
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