Escribe: Fabio Morisetti

Hipólito Yrigoyen sonrió en la tarde cabralense por primera vez en el torneo al superar a Colón por la mínima diferencia. El gol de Ponce marcó la única ventaja que pudieron sacarse los equipos en un cotejo por demás equilibrado, en el cual el local mereció mejor suerte, pero dilapidó cada una de las oportunidades que tuvo.
El inicio fue a todo vapor. A los tres minutos Mansi con un cabezazo exigió una buena intervención de Merani para enviar el balón al córner. En la primera llegada de los de Tío Pujio, Gabetta apareció solo para llamar por primera vez a Julio Giraudo, quien entró en acción con una soberbia atajada.
A los 11 minutos, un gran pase de Doblas dejó solo a Marín, que definió por encima del travesaño.
El partido era muy equilibrado, jugado al límite y sin que ninguno pudiera sacar ventajas. El mediocampo era un lugar transitado por demás y no se escatimaba a la hora de poner la pierna.
A los 19’, Vaglio, con tiro de larga distancia, obligó a otra aparición de Julio Giraudo, y el “Mono” volvió a lucirse sobre los 28’, tras un muy buen tiro libre de Mayco Rodríguez.
La última jugada de riesgo de la etapa fue para la visita, cuando a los 39’ Gabetta coronó una buena acción personal con un disparo que rozó el palo.
El balance de la primera etapa marcaba que la igualdad era justa porque ninguno pudo marcar una diferencia clara y se repartieron aciertos y errores en dosis iguales.
En el complemento apareció mejor Colón, aunque le costaba horrores acercarse a Merani, a tal punto que la primera chance de riesgo se dio a los 26’, cuando un buen pase de Marín habilitó a José Fernández, quien fue trabado cuando iba a rematar.
Era un partido tan parejo que daba la impresión de que el que hiciera el gol, ganaba. Y así fue.
A los 33 minutos, Ponce hizo una buena jugada y lo mató a Giraudo, que respondió en forma superlativa, pero no pudo con el rebote, que fue capitalizado por el propio Ponce, quien definió en soledad.
A cinco minutos del final se juntaron Tomás y José Fernández, pero ninguno le pegó al arco. Colón salía a vender cara su derrota y hacía méritos como para llegar al empate, pero el presente del último campeón no es bueno y ni siquiera ”liga” como en otras oportunidades.
A los 41’, un cabezazo de Luppo terminó en las manos de Merani. Dos minutos después, José Fernández quedó solo frente a Merani, se la quiso pasar por arriba y el arquero manoteó el balón. El rebote quedó para el mismo delantero, pero remató desviado y se perdió el empate.
Sobre la hora, con todo Colón jugado en ataque, una mano de Ortiz, casual, fue reclamada por toda la parcialidad colonista, que vio con desesperación cómo su equipo se quedaba otra vez con las manos vacías.
Yrigoyen logró su primer triunfo y empieza a pensar en meterse adelante. Colón deberá replantearse muchas cosas y volver a demostrar que el campeón tiene ese plus para salir de los momentos difíciles.

El árbitro

Dejó mucho que desear el arbitraje de Diego Gallo. Se equivocó bastante y no fue ecuánime a la hora de castigar el juego brusco. Le perdonó la vida a Abate Daga y luego permitió que varios jugadores fuesen más fuerte de lo aconsejable.

La figura

Julio Giraudo fue lo mejor del partido gracias a unas tapadas espectaculares. En tres acciones notables durante el primer tiempo, más una sobresaliente en el complemento, el “Mono” demostró su clase, aunque no le alcanzó para sacar a su equipo de perdedor.