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Fernando de Goycoechea

Estuvieron muy cerca de la victoria. Tan sólo unos minutos separaron a los “tricolores” del tan ansiado mérito perseguido durante toda la temporada.
A pesar del gran esfuerzo, los discípulos de Marcelo Domínguez tuvieron que conformarse con un empate en veinte puntos, obtenido agónicamente por su rival (Jockey de Córdoba) en el último minuto del cotejo disputado ayer en barrio Las Acacias.

s Primera parte

Decididos a terminar con la mala racha que los castiga desde hace algunas temporadas, los villamarienses salieron dispuestos, durante el primer tiempo, a llevarse por delante a su visita.
Con óptimo control del balón y buenas decisiones de la pareja de medios, San Martín mostró un trabajo colectivo coordinado en su desarrollo pero poco incisivo de cara al ingoal rival.
A pesar de comenzar con una desventaja tempranera (penal en contra de Oviedo), los “tricolores” se las arreglaron para acaparar durante largos minutos la posesión de la guinda merced a un buen trabajo en el line y las formaciones móviles.
A los 3 minutos, Elías Gismondi (de muy buena tarea) comenzaría a demostrar su eficiencia a los postes empatando en tres puntos el juego.
Sin embargo y urgido por lograr un buen resultado, los invitados lograron recomponerse y echando a andar sus circuitos ofensivos aterrizaron en el minuto 25 en la zona de try “tricolor”. Antes del cierre de la etapa, Gismondi y su pie volvieron a aparecer y la brecha entre los equipos se estrechó en la pizarra.
En la segunda parte, el apertura local reapareció con un penal y con la diferencia en uno, el partido cambió de ritmo.
Jockey Club apretó el acelerador y apeló al banco de suplentes para inyectar energía en todas las líneas. En el minuto 22, Sosa consumó un try y la balanza pareció inclinarse para los cordobeses.
Con los “hípicos” totalmente volcados al ataque y al asedio del ingoal villamariense, las esperanzas se agotaban hasta que el wing Maidana interceptó una pelota y a toda velocidad logró un try clave.
Dos minutos después Gismondi agregaría tres puntos al marcador y aseguraba el liderazgo en el resultado.
Sobre el final y luego de una larga batalla en extrema defensa entre anfitriones e invitados, el cordobés Goldaracena sellaría el tanteador con su conquista y ahogaría el tan anhelado grito de triunfo esperado por los dueños de casa.