@Por “don Gómez”

El 12 de octubre se cumple un año de la muerte de "don Gómez", como lo llamaban todos los que lo conocían a nuestro abuelo Ramón Jorge Gómez
Desde ese momento hasta hoy, algunas de las instituciones por las que pasó, han rendido su homenaje con la intención de que su memoria perdure en el tiempo.
El Centro de Peluqueros y Peinadores, justamente con motivo del Día del Peluquero, en un acto impuso su nombre a uno de los salones de la casa que los alberga.
El Concejo Deliberante de la ciudad, por iniciativa del concejal Ricardo Pereyra del bloque de la Democracia Cristiana, le impone su nombre a una calle de la ciudad.
Como nietos, nos llena de orgullo que este hombre público haya sido nuestro abuelo. En la intimidad familiar era igual que en la faz de lo público, alguien con una moral intachable, con ideales firmes y mantenidos hasta las últimas consecuencias.
Queremos aprovechar este momento para agradecer la actitud profesional y a la vez llena de cariño y respeto del Dr. Gagliesi, de las enfermeras y enfermeros de la Clínica Marañón y de todos los que lo acompañaron en sus últimos días.
También queremos agradecer a las instituciones que lo han homenajeado, dándose cuenta de todo lo que él les dejó. Algunas no lo hicieron, y así son las libertades y así hay que tomarlas. Pero a nosotros que lo hemos visto trabajar sin desmayo para ellas no deja de sorprendernos la ausencia.

Nietos de “don Gómez”


@¿Clonación de Jesús de Nazareth?

No se trata de una herejía o blasfemia. Soy un sacerdote cristiano, creyente en la Persona divina, del verdadero hombre conocido históricamente como Jesús de Nazareth.
Pero vayamos al tema sin temores ni prejuicios. Ya es un dato científico el hecho de las clonaciones en algunos animales.
Aquí no se habla de delitos o pecados... Pero también ya se habla de las posibilidades científicas de clonar seres humanos.
Y aun se han dado algunos “supuestos casos” en algunos lugares. También se han difundido los pro y los contra al respecto.
Y en algunos países el derecho positivo se ha pronunciado en contra de esos experimentos.
Estos son datos objetivos que el cristiano tiene que conocer y estudiar sin miedo. Ya nos enseñó San Pablo que “el que tiene fe abdica del temor”...
Veamos entonces la posibilidad del tema ut supra.
En primer lugar podremos admitir que científicamente es “posible” la clonación humana.
También debemos admitir “científicamente” que Jesús “ha tenido un cuerpo humano” hace ya dos milenios.
Nosotros, los creyentes cristianos “creemos” que después de su resurrección tiene ese mismo “cuerpo, pero glorioso”.
La cuestión se presenta así: en cuanto al cuerpo humano histórico que tuvo, ¿se podría realizar “hipotéticamente” una clonación en nuestro tiempo?
Habrá opiniones diversas, fundadas o infundadas al respecto. Mi opinión es que no se puede negar científicamente esa posibilidad. Y que el creyente no se tiene que “escandalizar” por esa cuestión.
Ya decía el primer filósofo mártir San Justino: “Todo lo que es verdadero es cristiano...”.
En segundo lugar... y aquí viene el problema teológico, ese “supuesto Jesús clonado” no significa que sea el mismo u otro Jesús de Nazareth Redentor...
Este Jesús hijo de María, tuvo “y tiene” cuerpo y alma humana, pero no persona humana, sino exclusivamente la única Persona eterna divina.
Y esta Persona no puede ser clonada... En la hipótesis ut supra, si se consiguiera sangre auténtica de Cristo en la Síndone de Turín o en otros lienzos supuestamente históricos, se podría obtener un “humano” clonado de Jesús, pero nunca el Jesús de Nazareth.
En tercer lugar, quedan otras muchas cuestiones imposibles de abordar en esta brevísima síntesis.
Por ejemplo, la cuestión que en los “clonados humanos” nunca se daría la “igualdad” de sus propias personalidades, afectos, pulsiones, etcétera. etcétera, que se van desarrollando según el contexto fetal, alimenticio, cultural, etcétera, etcétera.
Conclusión: el tema es de por sí complejo. Pero un creyente nunca debe temer... Alguien dijo: “Yo soy la luz... y la verdad... y la vida... Pedro: navega mar adentro”.
Nota: este artículo consta en mi libro “Atrévete a obrar si quieres ser libre” próximo a editar.

Pbro. Amado Aguirre