Por Gabriel Fernández (*)
La sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es una victoria del pueblo argentino.
Este triunfo se observó en la votación del Congreso, concluida pocas horas atrás, pero también en el conjunto social. A diferencia de lo ocurrido durante la discusión con las entidades empresariales agropecuarias el año pasado, el respaldo colectivo se trasuntó aunque no fuera, precisamente, reconocido por los grandes medios.
Las modificaciones estructurales que supone la nueva disposición legal, se verán en el mediano plazo. Que nadie piense que a partir de la semana venidera la realidad cultural argentina se transmutará profundamente. Pero andando el tiempo, sabremos que estamos dejando un mejor país, un mejor ambiente social, a las nuevas generaciones.
Ya hemos analizado los rasgos específicos de la iniciativa en muy variados trabajos publicados en este espacio. Ahora queremos señalar porqué estimamos que los cambios resultarán vigorosos en un tramo largo de la vida nacional.
En primer lugar, asentándose en las nuevas tecnologías que ampliarán las posibilidades, se asegurará la competencia en condiciones de relativa ecuanimidad. Esto permitirá a la población escoger entre distintas opciones sociales, estatales y comerciales sin sentirse un mercado cautivo.
Luego, desaparecerán las cadenas con campañas impuestas (seguridad, campo, ley) por las grandes corporaciones según sus intereses y necesidades económicas, políticas y culturales. Aunque desde la franja comercial persistirán los intentos de control, habrá opciones para quebrar el aturdimiento.
Asimismo, tendrá lugar en pantalla y dial, un criterio noticioso diferente, en el cual la información no resulte orientada y subrayada, o desfigurada, según esas empresas. Con aciertos y con errores, la realidad emergerá de un modo más genuino, con miradores desde el pueblo y desde el sur.
Y tendrá lugar la potente creatividad cultural popular, hoy acotada por ratings y forzamientos, modas y autoritarismos. Con el correr del tiempo, muchos se sorprenderán al observar otros ritmos, otros pensamientos, otros esquemas, otros diseños, otros códigos y comprenderán que la vida es más que lo que muestran hombrecitos como Magneto, Vila, De Narváez, Manzano.
La mejor imagen del contraste entre nuestra visión estratégica y la de estas personas, que hasta ahora le han dicho a la sociedad cómo ser, puede hallarse en la tonta portada del diario Clarín de ese día maravilloso: “Kirchner ya tiene su ley de control de medios”. La insensatez de la afirmación nos releva de adjetivos y nos hace pensar en un futuro más atractivo.
Como confiamos en nuestro pueblo y confiamos en nuestros jóvenes, nos disponemos a colaborar para que su expresión sea plena y esperamos ver surgir todos los medios que sean necesarios para dar cuenta de cómo Ser, según parámetros tan diferentes a los actuales hegemónicos, que a veces resultan inimaginables.
En la cancha se ven los pingos. “Igualá y largamos”, dijo Arturo Jauretche.
Empezó una nueva etapa de la vida nacional.
(*) Director de La Señal Medios (http://lasenialmedios.blogspot.com)
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