El triunfo que obtuvo Alumni el pasado domingo levantó otras expectativas si se compara con los anteriores inicios de campeonato, aunque también dejó incógnitas que se develarán con el tiempo.
Ante Talleres de Perico, en Plaza Ocampo, el equipo villamariense por fin pudo debutar con una victoria en un certamen, ya que había padecido derrotas en los dos últimos comienzos. Y las derrotas del principio, se bien se degluten rápido en el próximo partido, muchas veces son causales de desmotivación para un grupo.
“Siempre es importante comenzar ganando”, coincidieron jugadores y cuerpo técnico de Alumni, antes y después del duelo contra los jujeños que se ganó 1-0 por el cabezazo letal de José Figueroa.
El central que provino de Jujuy por una recomendación que Alberto Arzubialde le hizo al DT Mauricio Magistretti, fue uno de los valores más altos del estreno fortinero, no sólo por su estatura o porte físico, sino por su simpleza a la hora de despejar el peligro. También lo acompañó sin problemas Nahuel Caler, el otro central.
La defensa tuvo el elogio de Magistretti cuando concluyó el encuentro y, a fin de cuentas, frenó el hambre de ataque que tuvo Talleres en ciertos momentos del partido. Sin embargo, es válido resaltar que esa misma fortaleza con la que se defendió, conspiró para que la formación no se ubicara unos metros más adelante en el segundo tiempo.
En realidad, lo que más molestó al público fue ese retroceso progresivo que mostró el equipo, cuando parecía que lo suyo era la presión sobre la salida del rival, sin especulaciones.
Al técnico también le molestó ese movimiento -que casi siempre es instintivo de los conjuntos que ganan parcialmente- por eso reconoció que el equipo “se quedó un poco, se aferró al resultado”.
El problema es que, ante la falta de seguridad para controlar el juego en zona ofensiva, la pelota volvió rápido. Y desde allí pareció que una de las falencias de Alumni es no hacer la pausa en la posesión cuando el partido lo pide.
El equipo es vertiginoso y verticaliza casi siempre, pero cuando corre más de lo que juega comienza a enviar pelotazos para Rena, en lugar de buscar asociarse para generar, a través del toque, algo más interesante que el propio delantero y el resto puedan aprovechar en la estocada final, de frente al arco y no de espaldas.
Más allá de estos aspectos, Alumni debe trabajar tranquilo porque pasó el debut de los nervios y la ansiedad, ese que pone en exhibición a la personalidad de los jugadores.
“Lo importante es que se ganó”, señalan en el equipo. Y los tres puntos -en este tipo de campeonatos- no se discuten demasiado, se disfrutan.

@ ¿Otra cancha?

Carlos González, vicepresidente de Central Córdoba de Santiago del Estero, adelantó ayer que el partido entre el “Ferroviario” y Alumni se disputará el próximo domingo, a las 16, aunque no confirmó el escenario.
Sucede que el campo de juego del estadio de la institución no está todavía en condiciones.
“Estamos evaluando la posición con la gente encargada del mantenimiento del piso para tomar la determinación”, indicó el dirigente, antes de informar que, en caso de no poder utilizar su estadio, Central Córdoba utilizará como estadio alternativo al de Club Atlético Unión Santiago.
“Removimos todo el piso cuando vinieron Las Leonas en hockey; en ese momento se armó como si fuese un cemento y no se pudo hacer un trabajo a fondo para recuperar el piso que queríamos”, indicó González, en diálogo con el programa radial “Tiempo de Deportes”, que se emite por FM Sport.
Además, el dirigente se lamentó porque en “la falta de lluvia en Santiago del Estero no permite el normal desarrollo del piso”.