Escribe
Matías Melillan*
Con la aprobación por el Parlamento nacional de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales se inicia una nueva etapa, en la cual surgirá un nuevo modelo comunicacional para los pueblos originarios, ya que lo que se ha logrado es la preservación y promoción de la identidad y de los valores culturales de los pueblos originarios.
Los dieciséis idiomas de estos pueblos serán promovidos a través de la programación que se emita a través de los servicios contemplados en la ley, incluyendo los avisos publicitarios y los avances de programas, debe estar expresada en el idioma oficial o en los idiomas de los pueblos originarios.
Los pueblos originarios deberán además designar un referente para que participe en la Integración del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, es decir, la autoridad de aplicación.
Este ente, en oportunidad de elaborar el Plan Técnico de Frecuencias, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, deberá realizar las siguientes reservas de frecuencias, sin perjuicio de la posibilidad de ampliar las reservas de frecuencia en virtud de la incorporación de nuevas tecnologías que permitan un mayor aprovechamiento del espectro radioeléctrico: una frecuencia de AM, una frecuencia de FM y una frecuencia de televisión para los pueblos originarios en las localidades donde cada pueblo esté asentado; integración en el Consejo Consultivo Honorario de los Medios Públicos, que ejercerá el control social del cumplimiento de los objetivos de la nueva ley de medios.
El avance tecnológico ha llegado a nuestros pueblos con la intención de quedarse.
La prueba de esto lo constituye el salto, sorprendente, de una generación completa de nuestros jóvenes indígenas como receptores de datos en Internet y generadores de información como usuarios de blogs, foros temáticos y redes sociales. Sin ninguna duda, la apropiación indígena de estas nuevas formas de comunicación constituye una realidad que debemos trabajar para que estas no se conviertan en armas de doble filo.
Pero hasta el momento, no se había dado un paso cualitativo tan importante en la comunicación indígena del continente como la que se dio en el Congreso de la Nación Argentina, ya que la propiedad, administración, gestión y operación de algunos medios será totalmente con organización e identidad originaria. Ya no serán denominaciones que a pesar de ser bien intencionadas, en algunos casos, desdibujan el sujeto indígena que muchas veces quedaba relegado a un segundo plano.
La actualidad muestra a equipos de los pueblos originarios organizados con el objetivo de hacer visibles las distintas culturas que han pretendido someter en silencio y olvido. Aunque a muchas personas de la sociedad no indígena le cueste entender este paso que han dado los comunicadadores, se trata nada más ni nada menos que desde tiempos antiguos nuestros pueblos desarrollaron formas propias de comunicación que les sirvieron para relacionarse entre ellos y con su entorno y ahora habrá redes para conservar y propagar esos modos.
Basados en la cosmovisión, usos y costumbres, estas formas tradicionales habían sido tapadas más tarde por la hegemonía casi absoluta de las formas de comunicación no indígenas, llegando muchas de ellas a desaparecer.
Sin embargo, otras han pervivido en la memoria, y son estas formas propias, ancestrales de comunicación y que difieren naturalmente en cada pueblo, las que deberán sustentar a los comunicadores indígenas con nuevas conceptualizaciones; las mismas que han incorporado herramientas tecnológicas a las que no somos ajenos, nos permitirían avanzar hacia marcos conceptuales, tipos y manuales de estilo, prácticas periodísticas mucho más pertinentes con nuestro acervo cultural, también como un mandato cultural.
Los pueblos de todo el continente se levantan como ayer contra el avance del imperialismo depredador al cual pretenden someternos y que no podrán porque la historia ha cambiado; la razón, la verdad y la nueva relación del hombre con el mundo será con los pueblos originarios a la cabeza o estará condenada a su fracaso de búsqueda de una nueva sociedad más justa y equitativa.
Del norte de Canadá a Tierra del Fuego, camina la esperanza de los indígenas del continente en un camino que ya no podrán detener.
* Comunicador de la
Confederación Mapuche Neuquina. Integrante del equipo de comunicadores del Encuentro de Organizaciones de Pueblos Originarios
de Argentina
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