Día de la Madre I
Madre, quiero cantarte
con todo mi corazón
tú estás muy lejos
allí llegará mi voz.
El viento lleva mis penas
y alegrías, quiero contarte
cosas de todos los días.
Cuando una pena desgarra
mi alma, invoco tu nombre
y consigo paz, por las
noches te busco en la
estrella que brilla más,
para pedirte perdón
ser agradecida por
haberme dado la vida,
y decirte: te quiero mamá.
Juana Estela Zappa
Día de la Madre II
Su amor es como un ángel que nos cuida
mientras ronda los males en acecho,
¡Con todos los cariños de la vida
su cariño está hecho!
La bondad de sus ojos resplandece,
como rayo de sol o luz de luna
y es tanta esa bondad que no hay ninguna,
palabra que la exprese.
Atenta siempre a los menores ruidos,
en la alta noche, sin posar la frente,
suele velar callada y largamente,
por sus hijos ya dormidos.
Y aunque pase la noche desvelada,
trabajará durante todo el día,
sin descanso, sin tregua...
¡Se diría que nunca está cansada!
Y así en los menesteres más prolijos,
no descansan sus manos un momento
ni un segundo fugaz su pensamiento,
se aparta de sus hijos.
¿Cómo recompensar este desvelo?
¿Cómo expresar la gratitutd debida,
por ese amor que pone en nuestra vida,
toda la luz del cielo?
Para ello la palabra es pobre y fría,
pero en cambio la acción es justa y bella,
¡Nuestra madre nos pide que por ella,
nos hagamos más buenos cada día!
Colaboración: Noemí Cabañeros
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