“Hace cuatro semanas que busco el acta de defunción de mi bebé muerto en 2004 y no la puedo conseguir. En los Tribunales de Oliva me niegan la documentación, inclusive me dijeron que ya no sirve”, narró visiblemente angustiada María Inés Bustamante, vecina de Oliva y esposa del cartonero Paulo Altamirano, a EL DIARIO.
“Y para colmo, ningún abogado, en Oliva, quiere tomar mi caso. Esta semana ya fui a ver a tres y ninguno quiso comprometerse”, explicó la mujer quien, además, cargó las tintas sobre un letrado y un policía retirado -ambos olivenses también- sobre quienes aseguró que no se detendrá hasta iniciar una demanda judicial en su contra.
Se trata del abogado Mariano Ludueña, quien representa al esposo de Bustamante, el cartonero Altamirano y del policía retirado Luis Chamás.
Cansada de peregrinar sin ser escuchada, Bustamante decidió hacer público su reclamo:
“Ludueña tiene esos papeles y no me los quieren dar. No sé por qué, ya no entiendo más nada. Y el Policía Chamás se llevó dos veces a mi hijita de mi casa y cortajeó a mi hijo. Ya me cansé, quiero que actúe la Justicia”, dijo la mujer.

s El contexto

Todos los problemas de Bustamante se iniciaron cuando, en setiembre de 2004, su marido, el cartonero Altamirano, encontró una caja en la que había una importante cantidad de dinero y joyas, aparentemente, perteneciente a una comerciante olivense de apellido Vascoy. Aquella caja con tan valioso contenido, como era de suponer, les cambió la vida; pero no en el sentido que cualquiera podría haber esperado. El sueño no tardó en convertirse en pesadilla. Parte de esa pesadilla fue que “presa del estrés producido por la tensa situación que comenzamos a vivir y de los golpes que me dio la señora Vascoy perdí el embarazo de aquel momento. Hace muchos años que vengo aguantando éstas y otras cosas, y quiero que todo termine y que si hay alguien tiene que ir preso, que vaya preso”, argumentó Bustamante.
Asimismo, María Inés Bustamante aseguró que el propio abogado le manifestó en una oportunidad: “Pagame todo el dinero que me debés y después va a salir a la luz todo esto”, señaló.
“Todo se mueve por la plata. Pero a mí no me importa el dinero. Quiero que el que tenga que pagar que pague por lo que me han hecho”.

La palabra del abogado

Por su parte, Ludueña dio su versión de lo ocurrido, en diálogo telefónico con un cronista de este medio: “Ya le expliqué muchas veces a esta señora que no le puedo entregar esos papeles, porque están con todo el expediente en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pero no me entiende. Los presenté el 2 de octubre pasado”, explicó el letrado y agregó: “Además, en realidad no existe certificado de defunción porque la pérdida del bebé se hizo constar en el acta del allanamiento. Hay que esperar que se expida la Corte, eso es todo”, concluyó el abogado Ludueña.