A más de veinte años de su intervención en el denominado e histórico “Juicio a las juntas”, realizado en un momento especial del país con el regreso de la democracia, León Arslanián llegó a Villa María en la segunda jornada de la audiencia que lo tiene en el banquillo a Luciano Benjamín Menéndez.
El tema fue casi fundamental en el marco de la conferencia de prensa que el ex juez ofreció en el Howard Johnson.
“Pusimos las bases, tuvimos la fortuna de haber llegado al Tribunal en la refundación de la democracia.
Después por razones de distinta naturaleza (punto final, obediencia debida) sufrió un impasse.
Estos juicios vienen con una morosidad importante y deben ser terminados rápidamente”. Fueron las palabras de Arslanián en el inicio de la rueda con los medios de comunicación.
El profesional, que fue además ministro de Seguridad nacional y bonaerense, habló con los medios acompañado por la secretaria del Eninder, la intendenta de General Deheza Elma Scatolini.
Los conceptos vertidos por Menéndez que pesa sobre él una causa política y culpando a Kirchner, fueron refutados por el ex juez.
“La causa de los derechos humanos, no tiene partido, no tiene dueño, hacer justicia y juzgar los crímenes de lesa humanidad son un imperativo de ética en una sociedad.”
Momentos previos, a la disertación que ofreció en el Teatro Verdi ante una concurrencia escasa, Arslanián respondió preguntas sobre los diversos temas que están en el tapete.

@ La Policía de Macri

La Policía porteña que pretende poner en marcha, Mauricio Macri y la polémica suscitada por las escuchas a uno de los familiares de las víctimas de la AMIA, fueron otros de los temas abordados por los periodistas con el visitante.
“Está muy bien crear una nueva Policía. Cada municipio, cada distrito debe tener su fuerza policial. No veo cómo es posible ejercer el poder político sin tener la fuerza pública.
Estos fenómenos que se están produciendo (por el espionaje) no creo que tengan que ver con la función de la Policía, creo que es la irrupción de ciertos personajes en los gobiernos y no siempre es posible tener el currículum”, precisó.
Una cosa trajo la otra, y los últimos acontecimientos dan cuenta de diversas actividades que tendrían bajo secreta vigilancia a personajes públicos. Cámaras ocultas, teléfonos pinchados, mail hackeados están en la cresta de la ola.
“Lo que pasa es que hay una difusión enorme de tecnología disponible, no diría de acceso fácil pero con 200 mil dólares se compra un equipo de escuchas, para interceptar celulares y que se puede operar tranquilamente desde oficinas o desde una casa.
Creo que hay un problema de difusión exagerada de la tecnología escucha. Muchos que van saliendo a la luz, no son personas que integren agencias federales, en este caso la SIDE, y sin embargo cuentan con tecnología ...
Hay que extremar los cuidados en la difusión (de este tipo de tecnologías)”, precisó.
Las declaraciones de Elisa Carrió y dirigentes de la Coalición Cívica en torno a que el Gobierno nacional tiene grupos armados para amedrentar, hechas después del escrache al senador Gerardo Morales fueron puestas sobre la mesa de Arslanián.
“Son expresiones de tipo político, están en el contexto de lo que podemos llamar una acción política contestaria y opositora. Esto es lo que puedo comentar al respecto.
Me parece que de un episodio determinado no se puede sacar ese tipo de conclusiones.”
Sin embargo, el ex ministro consideró que hay que controlar la operatividad de ciertos grupos que “pueden ser peligrosos”. “Pero se trata de grupos”, remarcó.

@ Los piquetes

La violencia urbana y la seguridad, fue el tema elegido para la disertación de Arslanián, el octavo invitado del ciclo de conferencias del Eninder.
Los reclamos y los piquetes no estuvieron ausentes a la hora de las preguntas de los comunicadores.
“El fenómeno del piqueterismo roza o tiene que ver con el orden público y la necesidad del mantenimiento del orden que es un objetivo del Estado.
Me parece que el Gobierno ha elaborado una doctrina al respecto que yo creo es una sana doctrina, y tal vez esa sana doctrina originó el síndrome de Kosteky y Santillán.
Esa doctrina se ha resumido en la consigna de no criminalizar la protesta social.
La represión de una protesta puede llegar a consecuencias mayores que la protesta en sí”, comenzó diciendo.
En forma inmediata se preguntó: “¿Significa esto que uno debe consentir cortes y afectación de derechos de terceros de un modo continuo y generalizado?”
Apenas una pausa y sacó la respuesta. “Creo que no. hay un criterio eminentemente político, de nodulación de estrategia para que en un corte de ruta se libere una mano, tratar que la protesta quede contenida en estas acciones, creo que es el modo de tratarlas”.

@ “Hay momentos de turbulencia”

La sucesión de reclamos sociales fue otro tema abordado por el ex ministro de Seguridad bonaerense.
“Lamentablemente vivimos una nacionalización del conflicto, sea Kraft o el que fuere, termina llegando a toda la sociedad.
Esto que pasa, tiene que ver con una gran cantidad de temas, uno de ellos es el grado de madurez de cada sociedad y los momentos por los que atraviesa cada sociedad.
Hay momentos de turbulencia, momentos que la turbulencia no existe, hay momentos que cierto equilibrio político se rompe, se busca la legitimación a través de la debilitación del otro y esa legitimación se busca en la calle.
Hay que estar atentos, ser cuidadosos y hacer contención sin escalar los conflictos”.

@ “Descorazonadas”

Los trascendidos que lo señalaban como futuro ministro de Daniel Scioli fueron negados rotundamente por Arslanián.
“No es cierto para nada y además pareciera ser que él (Scioli) ha ido por un camino un poco distinto del que ha sido nuestro programa, nuestra propuesta.
Llevó adelante algunas reformas, el escalafón que nosotros habíamos unificado, volvió al viejo escalafón, algunas cosas que se dieron marcha atrás y yo creo que no es así.”
Hizo una breve pausa y destacó: “Estoy en otra etapa y ya no le puedo dedicar a la función pública más tiempo. Le he dedicado mucho tiempo y nada menos que en uno de los peores lugares que existe, que es la Seguridad en la provincia de Buenos Aires.
Le puedo garantizar que no fueron pocos años. (Sonrió)
Pero a veces descorazona ver que lo que uno ha hecho se va cayendo...”

@ Los abusos policiales

Las denuncias relacionadas con abusos de ciertos efectivos policiales en la ciudad y la figura del merodeo presente en nuestro Código de Faltas fueron los últimos temas de la rueda de prensa.
Arslanián fue terminante: “Estoy totalmente, en contra de todo lo que tiene que ver con las facultades policiales y los edictos policiales. Uno de los avances más grandes que hicimos en el orden nacional o por lo menos en el orden de la ciudad autónoma de Buenos Aires fue el dictado de un Código de Convivencia que remplazó la materia de los edictos y las facultades policiales.
Realmente a mí me parece que esas facultades son ilegales porque la Policía no solamente dictaba esos edictos sino, a la vez, era juez de esos edictos. O sea que el jefe de la Policía podía imponer treinta días de prisión, se convertía en juez y en legislador.
So pretexto de cuidar el orden en la calle podemos llegar a un sistema privatorio de las libertades netamente fascista y yo estoy en contra de eso”, concluyó.