“El problema son los políticos”
“Este es el mejor país del mundo, pero tenemos un grave problema, los políticos”, aseveró Claudio Garello, un vendedor de 46 años. El vecino cree que 2010 será mejor que el que estamos cursando, “porque así lo marcan los índices mundiales y porque tengo esperanza”.
“Los políticos se encargan de arruinar y complicar todo. Es uno peor que otro, pero a pesar de eso no han podido fundir este país, aunque están 25 horas del día pensando en hacerlo”, ironizó.
Más tarde, y a pesar de “ser amigo personal” del intendente Eduardo Accastello, dijo que no comparte algunas decisiones del jefe comunal. Pero “Villa María está más linda que nunca y espero continúe así y se siga invirtiendo”.
Estimó que “en 10 ó 20 años se transformará en unas de las principales ciudades del país, si sigue en la línea implementada por el Gobierno actual y por su ubicación geográfica”.

“Cristina lo lleva bien...”
José María Cejas, un taxista de 62 años, es optimista respecto a 2010. “Será un mejor año.”
Desde su visión, el país está “bien administrado por Cristina Fernández de Kirchner y bien llevado”, lo que lo hace a mirar con buenos ojos el futuro. Y dijo que “pasó lo peor de la crisis mundial”.
En el plano local, las cosas aún son mejores según él. “Villa María está cada vez mejor, las cifras lo dicen y hay cada vez más comercios”, sostuvo.

“El país va para atrás”
“No sé si estará mejor este país. Tengo la esperanza de que así sea, pero con Cristina vamos atrás”, afirmó el cocinero de 24 años Damián Guerrero.
“Voté a la actual presidenta pero uno ve lo que está ocurriendo”, expresó con desgano.
“La actividad cayó, cerraron comercios, se veían muchos locales de ropa y hoy están vacíos, y así todo”, graficó el joven.
“Siempre pienso que lo mejor está por venir, pero no sé si esa mejoría se dará el año que viene”, apuntó.
Sobre la ciudad, la ve crecer y cree que seguirá haciéndolo. “Bueno, esta es una localidad en donde hay mucha gente de dinero, e influye el campo, como en toda la región”, concluyó el entrevistado por EL DIARIO.

“Me preocupa”
Glenis de Genova es ama de casa y ama de llaves. Tiene 58 años y no dudó en sostener que “el país está mal”.
“Estoy en desacuerdo sobre cómo se administra, esto no puede ser. Yo tengo trabajo y más o menos ando bien, pero me preocupa cómo está Argentina”, manifestó.
La mujer mira con incertidumbre el próximo año. “Quizás con la nueva conformación del Congreso, a partir de diciembre de 2008, algo se normalice.” “Los Kirchner habían arrancado bien, después no sé qué pasó, se destruyó todo”, dijo apenada la vecina, que dice que en el plano local “hay más trabajo y estamos mejor que el resto”.

“Se requiere un giro de 180 grados”
Sergio Martino, un comerciante de 50 años, no discrimina a Villa María respecto al resto del país -la mayoría de los consultados parece ver a esta ciudad como una “isla”, con mejores índices económicos y menos problemas respecto a otros puntos del país- y recalca: “Estamos insertados en Argentina y todo nos toca igual”.
A nivel nacional, “si no hay un gran cambio en la distribución de la riqueza seguiremos como estamos”.
“No es que la Nación sea manejada de mala manera, sino que hay una gran tozudez. Debe haber un cambio de 180 grados”, reclamó.

“No hay honestidad”
La docente Martha Poncio (60) confesó estar “muy preocupada” por el panorama actual y no visibiliza cambios en el horizonte. La profesional fue tajante: “No hay honestidad, no hay criterios, no hay códigos.”
“Todo está interpretado de manera particular, no se respetan las instituciones”, abundó.
“Quisiera poder ayudar para que esto mejore, pero no encuentro la forma”, concluyó la señora.

“Todo mal”
Juan Lorenzatti es jubilado, tiene 47 años. “Sinceramente esto está mal”, opinó. Vinculó la situación a la crisis del Gobierno nacional con el campo. “La construcción, el sector metalúrgico, las tiendas… todo se ha detenido por el conflicto agropecuario”, sostuvo.
“Está claro que el campo moviliza todo y hoy se ve todo estancado… se ve la quiebra”, sentenció.
Juan es pesimista, porque los hechos así se lo demostraron. “Esto no tiene más solución, cada vez hay más gente desocupada, se cierran fábricas…”, finalizó.
“Acá estamos un poco mejor, pero hay muchos locales desocupados y los alquileres cuestan una locura. Villa María es carísimo para vivir y comprar.”