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Sin triunfos. En el Argentino A, Alumni sumó el domingo otra frustración, al no poder vencer a Estudiantes de Río Cuarto |
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Alumni atraviesa un momento extraño en lo futbolístico porque peligra su continuidad en el torneo Argentino A y, al mismo tiempo, es una grata sorpresa como líder del torneo de la Liga Villamariense de Fútbol, según el panorama que dejó la actividad del fin de semana.
La política del club de apostar a su semillero parece que todavía no encaja bien en materia de resultados dentro del ámbito nacional, motivo por el cual existe un marcado malestar en el público que asiste a la cancha y se va sin festejar.
Es cierto que algunos valores jóvenes del equipo superior ya cuentan con experiencia por la cantidad de partidos sumados en la categoría, pero el nerviosismo y la ansiedad son moneda corriente a la hora de buscar una victoria.
Así, el equipo villamariense apenas pudo ganar uno de doce partidos que disputó, es decir que su campaña es más que pobre y sólo un punto lo separa de la zona de descenso directo.
El entrenador Rubén Agüero, más allá de la escasa cosecha de puntos, aclaró que “ningún rival nos superó; salvo el primer tiempo contra Racing, donde pecamos por una cuestión de actitud, en los demás partidos jugamos de igual a igual”.
Precisamente, la paridad del torneo Argentino A -donde casi no existieron goleadas de un equipo sobre otro- pone de manifiesto que Alumni tiene chances de resurgir.
El caso es que, hasta el momento, los valores jóvenes y con proyección que llegaron como refuerzos, aún siguen sin colmar las expectativas, más allá de sus grandes cualidades técnicas. Encima, un pibe con futuro, como Federico Depetris, apenas jugó un partido (ante Juventud de San Luis) y no pudo lucir.
En ese contexto, parece existir aún una brecha muy marcada entre los jugadores que militan en la Liga y quienes deben tener la responsabilidad de explotar en el certamen que organiza el Consejo Federal.
Parece que todo es cuestión de tiempo, aunque el fantasma del descenso puede conspirar contra esa política de promover futbolistas.
Por lo pronto, los pibes del Alumnito quieren hacer méritos para demostrar que pueden llegar a otro nivel en el mañana.
Dentro del ámbito doméstico, el equipo conducido por Gustavo Miranda pasó del ascenso (en aquel tiempo, dirigido por Amadeo Perossi) a la punta del campeonato mayor, en pocos meses. Y disputar un título contra los dos clubes de Arroyo Cabral no es poco, si se tiene en cuenta que no hubo quienes le hicieran sombra en los últimos torneos.
El sábado, ante Atlético Ticino, el equipo fortinero ganó 2 a 0 y luego se vio beneficiado por la caída de Colón y Rivadavia.
Precisamente, para sumar de a tres contra Ticino, fue importante el gol tempranero de “Fede” Depetris, quien bajó de categoría, pero la siguió peleando.
“Cada vez que baja a jugar con nosotros algún gol puede marcar; el hecho que haya sido tan pronto no sé si fue favorable, ya que por ahí el rival, al ver que no tenía mucho por perder, fue a buscar el partido con todo”, comentó Miranda.
El técnico del Alumnito también reconoció que “en la semana se hace difícil” entrenar con ese equipo, “por los horarios de estudios de algunos, más los chicos que están en el plantel superior”.
No obstante, indicó que “facilita el trabajo estar desde hace mucho tiempo juntos, nos conocemos; hay semanas que no podemos hacer un día de fútbol, pero ellos saben cómo pienso y trabajo”.
El Alumnito se apresta a jugar ahora con Rivadavia de Arroyo Cabral, de local, mientras que el conjunto mayor -que representa al fútbol nuestro- será visitante del puntero Deportivo Maipú, por el Argentino A.
Será entonces otro fin de semana importante para Alumni, donde la verdad de los resultados puede ser gratificante o cruel para sus aspiraciones como una institución de fútbol.
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