En otra oportunidad hemos escrito para tratar de que los inspectores, que desarrollan sus tareas en el casco céntrico, revirtieran actitudes negativas, en relación al libre estacionamiento, para el ascenso y descenso de personas con discapacidades motrices; dichas actitudes están mejorando.
Pero la situación en la Terminal de Omnibus se ha tornado insostenible. Nuestra hija, usuaria de silla de ruedas, viaja asiduamente por diversas razones.
El ascenso al colectivo no es tarea sencilla. No entraremos en detalles, pero se invierte mucho tiempo (que casi siempre apremia) desde que se estaciona hasta que está ubicada para salir.
A esto se le suma, dolorosamente y siempre, la actitud prepotente, insensible y hasta irrespetuosa del inspector de turno, al que hay que explicarle hasta el agotamiento (ya que demuestra no entender) lo que ya está explicado en la documentación que exhibe nuestro vehículo. Ni pensar en que el traslado se haya realizado en remise o en taxi u otro vehículo sin permiso especial.
Por favor, exhortamos a las autoridades de Tránsito a que eduquen a sus inspectores en ese sentido (parece mentira que debemos pedir educación para esto, cuando debería ser una condición natural en todo ser humano).
Ellos deben estar al servicio de los ciudadanos y en estos casos, especialmente, de una manera más humanitaria.
¿Cuál será la razón por la que algunas personas se sientan con derecho a maltratar a otras? ¿Qué concepción del ser humano sustenta estas actitudes? Vaya a saber…
Gracias a Dios, buena parte de la sociedad está cambiando, pero falta mucho aún.
Aprovechamos la oportunidad para agradecer a choferes, guardas, pasajeros, que siempre nos maravillan y reconfortan con tanta solidaridad. Agradecimiento que se hace extensivo a casi todos los ámbitos donde nuestra hija desarrolla su vida. Esas son las actitudes que permiten y facilitan la inserción, de la que tanto se habla.
Para que puedan andar por la vida de una manera más natural, sin tener que explicar tanto, sin pedir, rogar, esperar. Sin sentirse distintos. Para que haya un lugar en este mundo destinado a “ellos” pero junto a los “otros”.
J. L.
DNI: 10449298
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