“Las firmas de vecinos que tienen los propietarios de los boliches no coinciden con las de Seguridad Ciudadana”, explicó ayer la secretaria de Gobierno Sandra Bossa al confirmar que este fin de semana tampoco abrirán “Quinoto” ni “Aruba”.
El municipio villanovense tiene más que nunca puesta la lupa en la movida nocturna. Para el titular de Seguridad Ciudadana, el policía Federal Fabián Pastorak, “nunca la ciudad estuvo tan segura”.
Lo cierto es que Deep y Ciro pueden abrir sus puertas este finde, mientras que los otros dos locales nocturnos deberán esperar. En vano fueron los intentos de sus dueños por cumplimentar toda la documentación que exige la ordenanza.
El escollo que tienen los dos boliches que no pudieron ser rehabilitados es la falta del aval de vecinos que requiere la norma municipal: se exige que el 70% de quienes residen en un radio de 150 metros cuadrados den el consentimiento para que funcione la disco.
En el caso del popular reducto Quinoto, hay sólo once personas habitando en esa zona.
Al conocido empresario de la noche lo está representando el abogado Marcelo Martín Silvano, que anteayer no podía creer que la comuna dijera que todavía no estaban los avales. Es que desde el entorno de López aseguran que sí se lograron los consentimientos necesarios.
Ante este cuadro, el municipio indicó que la semana próxima se constituirá una comisión conformada por Seguridad Ciudadana, la juez de Faltas y propietarios de las discos para hacer un relevamiento que despeje las dudas: se constatará efectivamente cuántos vecinos dan el OK y cuántos no, en el medio de un panorama que aparece como confuso.
Así las cosas, una gran masa de jóvenes (y no tan jóvenes) que coronan cada sábado a Quinoto como el pub más convocante, deberá optar por otra alternativa.
En medio de este cuadro, ayer a la tarde salió a hacer polémicas declaraciones la concejala radical Sandra Bailone. “El Concejo Deliberante, de manera unánime, ha considerado que los boliches están cumpliendo los requisitos que demanda la ordenanza, por lo que hemos sugerido la habilitación”. “No permitiré que el Ejecutivo nos utilice como herramienta, siempre se manejaron de manera autoritaria y ahora busca usarnos”, dijo. Tal como informó EL DIARIO, el miércoles el Gobierno elevó al órgano legislativo el problema, pero los concejales coincidieron en señalar que no les compete a ellos resolver la diferencia existente entre el Ejecutivo y los bolicheros.
“Mientras ‘Quinoto’ colecta firmas para conseguir la apertura de su local, por otro lado el señor Pastorak parece buscar firmas para que no pueda abrir”, lanzó Bailone.
En tanto, la vicepresidente del Centro Vecinal de barrio La Floresta, sector en donde se erige la disco Aruba, dijo desconocer que vecinos se hayan quejado por este boliche en las últimas semanas. “No estaba al tanto de esto”, indicó a EL DIARIO.
Vilma Allasino indicó que “siempre hubo quejas” por el funcionamiento del local nocturno, “sobre todo en el verano, porque la gente duerme con las persianas levantadas y el ruido de la música y el rugir de las motos no deja descansar”, aunque advirtió que “no he escuchado reclamos en las últimas semanas y no hemos tratado este tema”.
Allasino reveló que en anteriores relevamientos, la totalidad de los vecinos del radio de 150 metros del lugar en que se levanta el boliche “estaba en contra” de esta instalación.

Diego Bengoa