El doctor Roberto Favaloro, titular de la fundación que creara su tío René Favaloro, arribó ayer a nuestra ciudad para participar de las Primeras Jornadas Nacionales de Cirugía y Recuperación Cardiovascular, que se desarrollan hasta hoy en la Medioteca Mariano Moreno.
Antes del inicio del primer día de actividad, el reconocido cirujano y actual responsable de las áreas de cardiología y cirugía cardiovascular y torácica de la fundación, fue distinguido por el municipio en la plazoleta "Paseo por la vida René Favaloro", ubicada en la costanera.
Por parte de la Federación Argentina de Cardiología (organizadora de las jornadas), el doctor Néstor Bustamante dedicó unas palabras de homenaje al visitante. Del mismo modo, Noelia Climaco, representante del barrio General Paz, recordó la gestación del proyecto del paseo en 2002 en honor a la persona de René Favaloro, no sólo por sus logros médicos sino por su perfil "coherente y ecuánime, incluso para morir".
La directora de la cartera sanitaria del municipio Mildren Del Sueldo señaló las cualidades y las frases célebres del gran cirujano a quien tuvo oportunidad de conocer. "Soy un nacionalista sin transas", citó.

"Mi tío siempre daba libertad"

Roberto Favaloro, quien en ocasión de su discurso eligió pocas palabras de agradecimiento, señaló luego a la prensa que "este reconocimiento es importante, pero seguramente lo recibimos porque hemos hecho bien nuestro trabajo con el paciente que es lo fundamental".
¿Su tío lo incentivó en continuar con la cirugía?, consultó EL DIARIO.
- No, él sugería pero lo que siempre daba era libertad. Yo tuve la suerte de crecer y vivir con él, fue un gran maestro.
¿Cómo está actualmente la fundación?
- Ha crecido mucho. Antes teníamos cirugía cardiovascular, trasplantes hepático, pulmonar y cardíaco y renal. Ahora sumamos más trasplantes como de intestino y de médula ósea y se ha creado el Instituto de Neurociencia, por lo cual es casi un hospital universitario con cerca de 600 profesionales que vienen de todas partes del mundo. Hay tantos que quieren venir que a veces no hay lugar.
¿Cuál es el aporte del Estado?, le preguntaron.
- Ninguno. El aporte del Estado hace un tiempo que no está. La entidad se sustenta con las donaciones de privados como el Supermercado Cotto, con las colectas del programa que hace Landriscina y los pequeños donantes que son los que más aportan. Y nosotros no reclamamos, lo que hacemos es simplemente trabajar.