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Arriba el intendente saluda a las reinas entrantes y salientes y princesas. Abajo saludan Gieco y los pibes de Mundo Alas |
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Todo empezó con "Somos Tango". Así, la noche central se puso en marcha y la gala de la 54° edición de la Fiesta Nacional del Maní todavía no sabía que se transformaría en inolvidable.
Y como si se tratase de una broma, al compás del dos por cuatro le siguió una murga. Sí, una murga.
La gente recién comenzaba a ubicarse en las sillas y asomaban en buen número detrás del alambrado, donde no tiene costo el acceso y de parado o con la reposera, cada uno puede "disfrutar" de los espectáculos. A los tangueros de San Francisco poco les importó y se lucieron en el escenario "Héctor Lenarduzzi".
Los murgueros iniciaron el recorrido de un camino distinto en la fiesta manicera, con "Reviviendo nuestras raíces", un proyecto que emprendieron Carolina De Pol y Florencia Ravinale, dos profesoras de danza local. "En realidad alguien tiró la punta y nos hicimos cargo", dicen a dúo (juntas integran Impulso +). Esa idea se convirtió en el eje de la noche, "con valores locales y devolviendo el significado de una fiesta que es propia, con otra dinámica a la de años anteriores, donde el público sólo venía por los artistas de renombre". "La vedette debe ser siempre el maní", subrayan las impulsoras. Hubo entonces actores que llevaron un relato explicativo del producto (a una visitante brasileña para su tesis) que permitió la aparición en escena, desde la cosecha a la festividad misma, de un trabajador rural, la murga “U´Kelio” de la Escuela "María Montessori" de modalidad especial, la murga de los quintos años de los institutos educativos de Nivel Medio de la ciudad, la batucada municipal... Y una pausa para que los maestros de ceremonia Sergio Palacio y Susana Gastaldi dieran la bienvenida oficial y nombraran a las más de 25 reinas visitantes que llegaron desde diversos puntos del país.
Volvió a rodar el guión del proyecto localista. El desembarco y la realidad del maní en la zona; el encuentro de distintas culturas representado, en bailes a cargo de las academias "Fantasía" y "Mariana Ledesma", y por los integrantes de Il Teatrino y el cuerpo estable de la Fiesta del Maní.
@ En pantalla
En dos pantallas "gigantes" se proyectaron relatos de actores contando la historia de la oleaginosa y a través del testimonio a viejos y jóvenes productores de Hernando. "Las Voces de Siempre" encendieron un fueguito necesario con sabor a peña, incluyendo el tema que alguna vez "Los Patricios" le obsequiaron a esta fiesta, y fue acompañada en la danza del Taller "Pilmaiquén" de la Casa Municipal de la Cultura. Una motocicleta irrumpió en escena. De ella descendió María Eugenia Castellano, primera voz del grupo de rock local "Los Otros", que logró buena respuesta recién con el solo de guitarra de Tito Luna.
El guión marcó también la realidad de la importancia de la elección de la reina de la fiesta, ya que las 12 postulantes preseleccionadas hicieron su ingreso mientras el ballet estable se acomodó en los costados y los relatores se integraron a la celebración.
@ Coronada
Sin mucho suspenso, las aspirantes se mostraron al público por la pasarela y tras ubicarse, los conductores de la noche abrieron el sobre para dar a conocer que la hernandense Ayelén Herranz (17 años) se constituyó en la segunda princesa de la fiesta; y como primera Sofía Lucero (17) de General Cabrera, mientras que Florencia Falco (19), quien llegó desde Etruria, fue electa para ocupar el trono que entregó Cora Borgogno (representante de la provincia de Córdoba para la pronta elección de Miss Argentina).
@ Bajo amenaza
Con amenaza de lluvia. León Gieco y su banda subieron al escenario a la 1.30 del domingo y aunque sutilmente se quejó porque estaba previsto para las 23.30 del sábado, recién se preocupó en serio cuando la luna quedó detrás de las nubes de tormenta (que nunca llegó).
Luego de un recorrido dinámico y abarcativo de su repertorio (15 temas), fue sintetizando sus pesares y sus alegrías, para acelerar en la presentación de "Mundo Alas".
La tormenta no desapareció, pero los integrantes del colectivo integrador contagiaron de magia al público, y lo hicieron olvidar de todo.
Carina Espina y Alejandro Dario fueron los primeros en interpretar canciones, Emilia y Eduardo aportaron los pasos de tango; Maxi Lemos puso más canto, la pareja Demian (en silla de ruedas) y María Laura, más danza, mientras Rosita y Estelita se encargaron de las fotos y la filmación. La pintura de Carlos ya estaba lista. Los aplausos emotivos, de fiesta y de reconocimiento, pero más que nada de agradecimiento por el mensaje y espectáculo brindado, estallaron y echaron la tormenta. Una más.
Los artistas recogieron el cariño de cuatro mil almas. La 54 edición de la fiesta terminó. Una más, la piden todos.
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