"No somos un conjunto de música ancestral sino más bien un ensamble que recrea esa música en formato de fusión", aclara a EL DIARIO Esteban Valdivia, uno de los ideólogos del singular y elogiado Ensamble Músicas del Mundo.
El artista marplatense, radicado desde hace un par de años en nuestra ciudad como estudiante de Composición Musical de la UNVM, adelanta parte de la grabación en vivo que realizará esta tarde el quinteto en el teatrino del Campus universitario.
Hoy a las 18, el grupo presentará el espectáculo -con entrada libre y gratuita- titulado "Sonidos de la tierra, un recorrido por los instrumentos ancestrales del mundo", con la intervención de 70 -leyó bien señora- instrumentos provenientes de Africa, Medio Oriente, Oceanía y América Latina.
La actuación, que servirá como registro de audio para la cátedra de Producción Musical, contemplará la puesta en común y ante el público de 13 obras originales elaboradas a partir de la inspiración e investigación en melodías exóticas y de antaño.
"Lo nuestro no es sólo la difusión de estas músicas sino también es la posibilidad de dar a conocer las historias y las culturas de otras sociedades que han encontrado en esta práctica artística una comprensión trascendental de las cosas vistas de otra manera, mediante otros rituales", reflexiona Valdivia.
Uno de los ejemplos a colación es la obra dedicada a la cofradía sufí en Oriente. Compuesta para laud, bendir (tambor de cuerdas), violín y ney (flauta), la pieza da testimonio de este colectivo de intelectuales musulmanes que confrontó con la ortodoxia islámica, la cual había prohibido la música en los rituales religiosos. El conjunto, que se completa con Raquel Vargas, Gustavo Rodríguez, Conrado Vassia y César Seppey (compañero universitario de Valdivia en la materia), ejecutará: 20 aerófonos, 15 cuerdas, 15 instrumentos de percusión y un tanto más de idiófonos y accesorios (como silbatos imitadores de aves).
Las demás obras recrean paisajes sonoros selváticos, fusiones de percusión africana-orientales (como "Magreb"), rituales hindúes ("Ghanas", que significa "espíritu de los elementos"), ensamble de trompetas (en "Illpa" que remite a trueno en quechua, con materiales de cerámica, cuernos y de caracolas de mar), puesta de sikuris y fusión de instrumentos americanos y de Oceanía (como el shidaki, aerófono australiano).
La mayoría de estos instrumentos fueron adquiridos por Valdivia en sus diversos viajes. Fanático de las flautas, tiene una colección-museo en su casa, como las flautas cuadradas (o "anata", "tarka"), aunque vaya paradoja tiene "colgadas" las materias universitarias que corresponden a dicho instrumento. A la par de las compras estrictamente musicales, el artista consiguió máscaras especiales para adornar estéticamente la puesta del show.
El grupo, que viene de actuar días atrás para 200 personas en el Centro Cultural España-Córdoba y en la sala Astor Piazzolla de Mar del Plata, se presentará el próximo sábado 14 de noviembre en Río Cuarto, en el teatrino de la Trapalanda.