Señor director:
Ya pasaron 14 años, el tiempo sigue pasando…
¿Por dónde andará la Justicia con sus torpes descalabros?
La herida desgarrante, bestial, inolvidable, que abriera en el corazón de un pueblo, aquel poder insaciable de manos ladronas y asesinas, debe llegar al final de su sutura…
¡Se hará justicia!... y será el simple regocijo de seguir creyendo que el mal puede derrotarse, que el aire puede ser más puro y respirable, y sobre todo, un mundo mejor aún posible.
¡Se hará justicia!... porque la vergüenza humana ha sido procesada, pero aún no mira tras las rejas. Sus nombres se desdibujan entre brumas, ayudados por cofradías parásitas de corrupción y cobardía.
¡Se hará justicia!... y será la única alegría.
El tiempo sigue pasando sin respuestas… pero la esperanza se irradia desde el paisaje brutal de la memoria, del dolor irremediable, de la tragedia organizada.
La esperanza viaja y espera… en los luchadores de siempre, incansables románticos de una sociedad enmohecida; en jóvenes que retoman consignas y banderas creyendo en la justicia como fuente de acción reparadora y verdad definitiva...
La esperanza viaja en el recuerdo de los cuerpos hermanos que cayeron; se propaga en pájaros que perduran el mismo trino libertario de aquellos otros, que no pudieron presentir aquella fatídica y absurda mañana de noviembre…
Esperanza necesaria, redentora, que prevalece adormecida incluso en tantos que ya la claudicaron, olvidando que la vida se construye diariamente en las batallas…
Sin olvidos, sin gemidos, sin arrebatos de furia desmedida, sólo con la esperanza inalterable, la sentencia victoriosa, la conciencia esclarecida… seguimos caminando y esperando, sin falsas ilusiones ni utopías.
Porque aunque el tiempo pase sin respuestas y se demore la Justicia sin sentido, mientras persista inquebrantable, aunque sea un solo grito entre miles de silencios, o un solo brazo en alto entre millones, los verdugos de la vida y sus lacayos… ¡al final serán vencidos!
Jorge Martino
rio3depie@hotmail.com
Río Tercero
PD: a 14 años del atentado en Fábrica Militar de Río Tercero, la verdad de que fue un hecho provocado intencionalmente está probada en la causa. ¡Sólo falta justicia!
¿Hasta cuándo los riotercerenses deberemos esperar por ella?
El crimen del 3 de noviembre de 1995 sigue impune.
Imparcialidades, falta de firmas, olvido de notificaciones, gruesos errores procesales, ¿y ahora qué sigue?
¿Qué debemos hacer?, ¿a quién debemos recurrir?, ¿cuándo los encargados de administrar justicia se harán cargo de la tarea como sus deberes se lo imponen?
Exigimos respuestas, y respuestas urgentes.
Que cada uno asuma la responsabilidad que le corresponda.
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