Ayer se desarrolló la tercera jornada del Segundo Encuentro de Escultores, organizada por el área Cultura, en la bajada del Reloj de Sol.
Con la participación -en promedio- de entre 300 a 500 alumnos de primaria por día, se lleva a cabo un evento que combina por un lado el arte escultórico (mediante la reutilización de un tronco de jacarandá talado y de chatarra vieja) y por el otro las actividades recreativas de concientización ambiental (a cargo del Profesorado de Biología de la Escuela Víctor Mercante). Los cuatro artistas convocados para el encuentro, munidos de motosierras, moladoras y soldadores, entre otras herramientas, están ya definiendo sus respectivas obras. Dos se han volcado a la faz icónica/figurativa: el villamariense Marcelo Beltramo crea un hombre primigenio -con detalles en manos y piernas- tocando el “tambor” (más bien, el tronco que le ha tocado sin intervención) y Enrique Alejandro Cantarutti de Santa Fe realiza un ser humano cuyo corazón está hecho ¡de la propia madera! Los dos restantes tendieron a la expresión abstracta: Sebastián Defellitto de La Plata transformó un gran cono de lata en una pieza alusiva a la contaminación minera mientras que el local Diego Carriazo armó una obra orgánica ligada a la naturaleza.
Por otro lado, alumnos de los primeros años de Bellas Artes están elaborando pequeñas esculturas en base a bloques de retak, las que serán donadas a las escuelas participantes. También se han sumado algunos integrantes del PEUAM practicando en pequeña escala. En tanto, los pequeños escolares asisten a los tres espacios instalados por el Profesorado de Biología. En uno reciclan botellas para esculturas, en otro crean pinturas ecológicas y en el último realizan la germinación de semillas de plantas autóctonas como algarrobos y espinillos. Junto a todas las actividades, que continuarán hasta el fin de semana, se sumarán títeres, cine y espectáculos musicales.