Derecho a réplica
Una vez más nos vemos en la obligación de llegar a ustedes, para remarcar el profundo malestar que nos ha causado el tratamiento dado a una noticia en la que se involucra a entidades a las cuales pertenecemos, como el Centro de Empleados de Comercio, la Federación Mercantil y la Confederación General del Trabajo.
Es que en la publicación de la página 5 de su edición de ayer, ese medio, al que acompañamos y muchas veces privilegiamos con la publicidad de nuestras actividades, incurre en una serie de inexactitudes con el propósito de desprestigiarnos.
En primer lugar, queremos dejar nuevamente en claro que la Federación Mercantil es presidida por Héctor Maccarini y no por Eduardo Belloccio y fue la única entidad que en los últimos diez años hizo una propuesta que contemplara tomar en blanco (con sueldo acorde a convenio, Obra Social y aportes jubilatorios) a los trabajadores llamados “Naranjitas”.
Existía con ellos una relación afectiva, puesto que durante todos esos años les prestamos nuestra sede de la calle Buenos Aires 1341, como base de esa suerte de cooperativa informal de la que formaban parte. Se elaboró un proyecto que en una primera etapa contempla fundamentalmente a los 16 que pertenecieron al Club Argentino de Servicio (uno de ellos se pudo jubilar con las nuevas formas creadas por el Gobierno y quedan 15) y no 11 como dice la nota y que en etapas sucesivas podría incorporar a quienes en los últimos años habían adoptado la modalidad “Naranjita” en distintos puntos de la ciudad. Todo ello de común acuerdo con aquellas 16 personas.
Dejando esto en claro, nos vemos ahora en la obligación de otras aclaraciones también referidas a la nota en cuestión:
El Cro. Eduardo Belloccio no participó en ningún tramo de la negociación con los naranjitas.
La federación Mercantil no acudió a la audiencia en la Delegación de la Secretaría de Trabajo representada por el abogado Martín Silvano, sino por la Dra: Cecilia Ferreyra.
Esta profesional no desconoció a la CGT sino que, como es de práctica en cada audiencia, solicitó al Señor Jorge López el poder correspondiente para saber si actuaba a título personal o en representación de la Central Obrera.
Todas las inexactitudes y la real malicia con las que fueron incluidas en la nota, así como, la infundada ironía expuesta, nos llevan a replantearnos en varios sentidos una relación que se basaba fundamentalmente en la creencia de que ese era EL DIARIO de los trabajadores.
Antonio R. Sarmiento
Secretario Federación Mercantil
Acerca de Fusavim
Días atrás, tuve que someterme a una intervención quirúrgica en clínica Fusavim y, en honor a la verdad que, tanto en ésta como en otras oportunidades he tratado con médicos de elevados niveles de profesionalidad, responsabilidad, dedicación y modestia como los Dres. Arnut, Peralta, Baldonsini, Salgado, por nombrar sólo a aquellos con los cuales he mantenido una relación directa.
Estos atributos y cualidades se hacen extensivo a los ayudantes, enfermeros, enfermeras, integrantes de laboratorio, rayos y administración como así también al personal de aseo, limpieza y otros servicios con los cuales he mantenido contacto y por eso hablo con conocimiento de causa fui tratado con cordialidad, amabilidad, respeto y calidez humana, tan necesarios para el paciente por su comprensible estrado de vulnerabilidad e indefensión.
Sé perfectamente que hay afiliados al PAMI (integro esta mutual) que arrastran problemas y dificultades con sus servicios. Me limito a relatar mi propia experiencia sin desconocer las serias limitaciones en que se desenvuelve nuestro sistema de salud.
Aclaro, por si hiciera falta, que no poseo acciones ni intereses de ninguna naturaleza que me liguen al mencionado sanatorio.
Vaya pues, para los integrantes de la clínica, un cordial y cálido saludo.
Omar Mignola
Día del Bancario
Hoy, por ser el Día del Empleado Bancario, he decidido tratar de enmendar, aunque sea en parte, un error por omisión.
Un día, hace dos o tres años, retiré por la ventanilla del Banco de la Provincia de Córdoba, sucursal centro, una suma de dinero muy modesta. A la hora de cierre me llaman desde el mismo banco (cobro mi sueldo allí, por eso tenían mis datos) para informarme que me habían entregado menos de los que correspondía.
Me llamó la atención ese gesto y anoté el nombre de los empleados con los que había tratado para hacer un reconocimiento público. Lamentablemente no lo conté en aquella oportunidad.
Cuando se publicó, en este mismo medio, el nombre de Gustavo Day, recordé que él había sido el cajero que me atendió.
Por las dudas, aclaro que él no me conoce y es probable que ni recuerde el episodio; es solamente mi conciencia la que me exige desterrar aquel acto de honestidad.
Ha pasado mucho tiempo, pero creo que la honradez no tiene fecha de vencimiento.
A.D.
DNI 10191872
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