Munido sólo de su guitarra y de su verba inflamada en sentimientos patrióticos, Argentino Luna ofreció el sábado por la noche una ovacionada actuación en el colmado club Ameghino.
Tradicionalista hasta los tuétanos, el artista de General Madariaga lució su característica indumentaria gauchesca en su regreso a nuestra ciudad luego de diez años de ausencia. Ante cerca de 1.200 personas, el "cantor y guitarrero" como le gusta anunciarse, entregó más de una hora de repertorio folclórico que osciló entre zambas, cifras, obras de estirpe sureña y recitados de honda reflexión social. "Nuestra Patria ha sido tan golpeada, tan cuatrereada. Algunos no entienden que la Patria es la casa de uno, donde se cuida la tierra", señaló en un pasaje. Luego fustigó contra la clase política: "Creo que es genocidio que muera aquel por no haber estudiado... y al que prometa lo mando al carajo".
En el final de su participación, en los consecutivos bises, hasta se prestó a improvisar versos a capella dando cuenta de su misión como difusor "de lo nuestro", ante "tanta música extranjerizante".
Su actuación, ubicada en segundo orden, contó con obras como "Del algarrobo al ombú" ("sureño en el norte, norteño en el sur"), "Gallitos del aire", la dulce "Zamba para decir adiós", "Mire qué lindo mi país" y una versión de "Luna tucumana", con coro del público.
También dedicó tiempo para recordar a Figueroa Reyes, Cafrune y Yupanqui y hasta despachó algunos chistes y guiños al público. "Ahora viajo con mi familia y triglicérido, mi colesterol." Otra, con tinte político: "Está linda Villa María, se ve que la trata bien Cristina".

La peña. En rigor, la "Peña de la tradición" como fue denominada, comenzó con la solista Claudia Mazzini, quien presentó temas de su inminente álbum como "Con los cinco sentidos" y una selección de carnavalitos. La programación, después de Luna, continuaba con Julio Vaca Chicharrón y el cierre con el ascendente grupo de folclore joven Los Arrayanes, en su última presentación del año en nuestra ciudad.
J.R.S.