En estos días donde en los medios de comunicación, léase radios, televisión o diarios, se difunden exclusivamente malas noticias, que sólo hacen crispar los nervios de los argentinos hasta llegar ha hacernos pelear entre nosotros, hoy -si usted me permite- quiero difundir una buena noticia.
Esas noticias que le hacen bien al alma y que nos dan esperanzas para ser mejores y por favor que no se tome esto como publicidad a la institución a la que me voy a referir, por el contrario quiero destacar la importancia de contar con un centro de asistencia en salud como la Clínica Marañón, principalmente por el colectivo humano que allí se desempeña. Estuve casi cuatro días hospitalizado por una intervención quirúrgica y pude constatar con que profesionalismo se desenvuelven el grupo de enfermeras y enfermeros que allí trabajan. Seguramente personas como usted y yo, con problemas, con necesidades de todo tipo, seres humanos, habitantes de esta bendita tierra, por la cual padecemos penurias y a veces alegrías.
Es digno destacar la entrega de estos abnegados trabajadores, que con seriedad, abordan su tarea cotidiana, llevando tranquilidad al paciente, cuidado y ese toque de comprensión, paz y hasta dulzura que a todos nos hace falta cuando estamos transitando un momento difícil.
Por eso afirmo y destaco el trabajo diario de estos servidores de la salud, no siempre reconocidos, pero ése es otro tema que le corresponde a los organismos competentes, dándole la importancia que se merecen la salud y también la educación de todos los argentinos, tal vez así pudiéramos comprender más lo que le pasa al otro.
Gracias por poder expresar lo que siento y reitero mi agradecimiento para profesionales y demás personal de la Clínica Marañón. Tal vez sea ésta una de las noticias buenas que hay para destacar todos los días como tantas otras, que a veces adrede son remplazadas por aquellas que sólo provocan malestar e impotencia producto de nuestra impericia.
Nelson Fiorenza
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